La preservación de su lengua mantuvo el aislamiento génico de los vascos

La preservación de su lengua mantuvo el aislamiento génico de los vascos

Un estudio internacional liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE) revela que la singularidad genética de la población vasca no es debida a su origen externo respecto a otras poblaciones ibéricas, sino a la disminución de contactos desde la Edad del Hierro.

El análisis genómico, que incluye más de 600.000 marcadores genéticos de cada individuo, apunta a la barrera del lenguaje como un posible baluarte que propició el aislamiento de la población.

Los resultados obtenidos por un equipo multidisciplinar de genetistas y lingüistas apuntan a que los dialectos del euskera podrían haber surgido mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora.

 

FOTO PORTADA: Representación con colores de la mezcla y estructura genética en el País Vasco; el verde simbolizando los vascos, y el azul y rojo la mezcla con las poblaciones circundantes. Crédito: André Flores-Bello.

 

Los vascos son una población singular dentro de la Europa Occidental, ya que su lengua no tiene relación con ninguna lengua indoeuropea. Además, genéticamente se ha considerado que tienen unas características diferenciadas. Aun así, hasta ahora no había ningún estudio concluyente que explicara el origen de su peculiaridad.

Ahora un equipo de investigación internacional liderado por el Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF) ha confirmado que la singularidad genética de los vascos es el resultado de su continuidad genética desde la Edad del Hierro, caracterizada por periodos de aislamiento y falta de flujo génico, y no de su origen externo respecto a otras poblaciones ibéricas.

La investigación ha confirmado que la singularidad genética del pueblo vasco es debida a la continuidad genética desde la Edad de Hierro y no a su origen externo

La investigación, que ha sido liderada por David Comas, investigador principal en en el Instituto de Biología Evolutiva y la Universitat Pompeu Fabra, ha contado con el muestreo geográfico más exhaustivo hasta el momento de la población vasca, con más de 600.000 marcadores genéticos a lo largo de todo el genoma para cada individuo.

El resultado del estudio multidisciplinar, que ha contado con un equipo de lingüistas y genetistas, revela en la revista Current Biology que la barrera cultural del lenguaje pudo promover el aislamiento de la población vasca ante los contactos poblacionales posteriores, como por ejemplo la influencia del imperio romano o la ocupación islámica de la península, e incluso actuó como barrera interna en algunos casos por el uso de dialectos.

“El muestreo incluyó microrregiones dentro del País Vasco y también en las áreas circundantes. De este modo, obtuvimos muestras de una región geográfica donde siempre se ha hablado euskera, otras donde históricamente se ha hablado pero se ha perdido y regiones donde nunca se ha hablado”, apunta André Flores-Bello, primer autor del artículo. También destaca que “nuestro estudio es una muestra clara de la importancia de la interacción entre diferentes disciplinas como la lingüística, la genética y las evidencias arqueológicas a la hora de reconstruir nuestra historia”.

La investigación liderada por el IBE, que ha contado con el muestreo geográfico del País Vasco más exhaustivo hasta el momento, propone la barrera cultural del lenguaje como posible explicación del aislamiento de la población vasca

En el trabajo han comparado la población vasca con otras poblaciones europeas actuales y también con datos de ADN antiguo. Los resultados muestran que los vascos tienen una composición genética similar al resto de poblaciones de Europa Occidental, pero presentan unas ligeras diferencias. Estas se deben a una falta de flujo genético a partir de la Edad de Hierro, es decir, se ha producido menos mezcla con otras poblaciones.

David Comas, investigador principal del grupo de Diversidad del Genoma Humano del IBE, detalla que “por ejemplo, no encontramos influencia procedente del norte de África que sí se ve en la mayoría de poblaciones de la Península Ibérica ni tampoco se encuentra la huella de otras migraciones como la romanización”.

Por otro lado, también han abordado la cuestión: ¿cómo de diferentes genéticamente son los vascos entre ellos? Dentro del País Vasco han observado que aquellas poblaciones más próximas geográficamente, se parecen más genéticamente. Esta correlación entre la genética y la geografía es habitual, puesto que las poblaciones que se encuentran más cercanas han tenido una historia compartida.

Lo que es singular en este caso es que hay mucha compartimentación dentro de una región geográfica extremadamente pequeña, lo cual no es habitual en poblaciones de este tamaño. Esta heterogeneidad genética se corresponde con los dialectos del euskera. “Hasta ahora se pensaba que estos se formaron a partir de la Edad Media pero postulamos que pueden haber surgido mucho antes y por eso se relacionan con la estructura genética”, explica David Comas, catedrático de Antropología Biológica del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la UPF.

Dentro del pueblo vasco, existe una heterogeneidad genética singular correspondiente a los dialectos del euskera, los cuales podrían haber surgido antes de la Edad Media

Con las nuevas metodologías existentes cada vez somos capaces de reconstruir historias a más pequeña escala. “La gran cantidad de marcadores y muestras que empleamos junto a la sofisticación computacional nos permiten resolver cuestiones que hasta ahora no podíamos abordar y abren la puerta al conocimiento de la historia más local y más reciente de nuestra especie”, concluye Comas.

Artículo referenciado: Flores-Bello et al. Genetic origins, singularity and heterogeneity of Basques, Current Biology, March 2021. DOI: 10.1016/j.cub.2021.03.010

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