China estudia construir casas que ahorren energía para lograr ciudades con bajas emisiones de carbono

China estudia construir casas que ahorren energía para lograr ciudades con bajas emisiones de carbono

Los edificios residenciales de China usan el doble de energía para calefacción que lugares igual de fríos de Europa o Estados Unidos.

 

El invierno se acerca y es hora de encender la calefacción. Shen Tianxiang, un residente de Tianjin en China, está contento porque va a pagar menos por el servicio que antes, ya que ahora vive en una casa energéticamente eficiente.

La calefacción es vital para sobrevivir el invierno en el norte del país, donde la temperatura puede descender a -30ºC. Sin embargo, la mayoría de los sistemas de calefacción son de carbón, centralizados, ineficientes y con un escaso control de las emisiones. Los edificios carecen también de aislamiento adecuado.

Para empeorar la situación, hay pocos incentivos para que las personas reduzcan su elevado consumo de energía, ya que las facturas que paga la mayoría dependen del tamaño de la vivienda y no de la cantidad de energía que utilizan.
En promedio, los edificios residenciales de China usan el doble de energía para calefacción que lugares de Europa o Estados Unidos con las mismas bajas temperaturas.

Un proyecto respaldado por el Banco Mundial y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) está ayudando a modernizar los sistemas de calefacción y acelerar la eficiencia energética en los hogares urbanos de China.

 

Ahorro de energía y dinero 

Shen Tianxiang vive en la comunidad Huasha Classic de Tianjin, un complejo residencial que forma parte del Proyecto de Reforma de la Calefacción y Eficiencia Energética en la Construcción. Estos edificios demuestran una mayor eficiencia energética y un ahorro en el costo de la calefacción del espacio residencial.
El proyecto, puesto en marcha en 2005, tiene como objetivos:

  • Mejorar el cumplimiento de las normas de eficiencia energética de los edificios, así como el diseño y el uso de aislamiento y otras medidas de ahorro energético;
  • Aplicar la medición de la calefacción, los precios basados ??en costos y la facturación basada en el consumo, y
  • Modernizar los sistemas de suministro de calefacción para que los residentes puedan controlar su uso.

“Desde que adoptamos la medición de la calefacción, puedo ahorrar más de 2.000 yuanes (US$300) por año”, dice Shen. “Con aislamiento de las paredes exteriores, solo necesito encender uno de los ocho radiadores de mi departamento. En el pasado, cuando no había válvula de control, teníamos que abrir las ventanas cuando hacía demasiado calor en la habitación. Ahora ahorramos energía y dinero”.

“Solo en la comunidad Huasha Classic, aproximadamente un 60% de los residentes pagó el invierno pasado facturas más bajas de calefacción que antes de la aprobación de las medidas de medición y otras de ahorro energético. Esto demuestra que los residentes pueden obtener algunos beneficios reales de la eficiencia energética de los edificios”, dice Tang Xiao, un coordinador del proyecto que pertenece a la Comisión de la Vivienda y el Desarrollo Urbano y Rural, que administra la ejecución del proyecto en Tianjin.

El proyecto también motivó a los urbanizadores, puesto que cubre una parte de los costos incrementales asociados con sus innovaciones de eficiencia energética. Wang Jian, vicepresidente e ingeniero jefe de Tianjin Huasha Construction & Development Company, dice que su compañía adquirió una buena experiencia que puede ser utilizada en futuras obras.

“La participación en este proyecto también fortaleció el nombre de la empresa”, agrega.
Los beneficios van más allá del ahorro de energía, dice. “Este proyecto también nos inspiró para analizar medidas que economicen recursos en un ámbito más amplio. Por ejemplo, construimos un sistema de reciclado de agua en este complejo”.   

Además, el gobierno local lleva a cabo extensas campañas de educación pública sobre la eficiencia energética en edificios residenciales, financiadas en parte por el proyecto. Se entregan folletos sobre la medición de la calefacción a cada familia cuando se muda a un edificio de departamentos recién construido.


“Desde que adoptamos la medición de la calefacción, puedo ahorrar más de 2.000 yuanes (US$300) por año”.
Shen Tianxiang, residente de la comunidad Huasha Classic de Tianjin.

De Tianjin a otras ciudades 
Tianjin ha sido una ciudad piloto de la reforma del sistema de calefacción, estableciendo un modelo para otras urbes de China. Para 2015 se planea implementar sistemas de calefacción controlables y facturación basada en el consumo en el 35% de los edificios existentes y en el 100% de las nuevas construcciones.

Otras ciudades realizan esfuerzos similares. El proyecto también ayudó a Urumqi, en la provincia de Xinjiang en el noroeste del país, a desarrollar una de las primeras variaciones constructivas ecológicas y respaldó a varias ciudades más en la elaboración de políticas de facturación basada en el consumo.

“China hizo grandes esfuerzos en los últimos años en pos de la mejora de la eficiencia energética en los edificios. En primer lugar, promovió avanzadas normas de eficiencia energética, en segundo lugar, estudió también cómo aplicar esas normas, para que los edificios que se estén diseñando se construyan de hecho de acuerdo a las normas”, dice Gailius Draugelis, especialista superior en Energía del Banco Mundial.

 

De los edificios residenciales a las ciudades con bajas emisiones de carbono

El auge de la construcción en China aparece no solo en el norte, donde se ha prestado mucha atención a mejorar las normas de eficiencia energética a causa del uso intensivo que hace la región de la energía para la calefacción, sino también en el sur, donde el aire acondicionado puede estar funcionando durante seis meses del año y también requiere un uso más controlado de la energía.

La rápida urbanización también lleva a la construcción de edificios de oficinas y otras instalaciones con significativas necesidades energéticas.

Los expertos dicen que los edificios con estas características representan una de las estrategias más eficaces en función del costo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y ayudar a economizar recursos.

“Estamos preparados para aumentar nuestros esfuerzos, para analizar no solo la eficiencia energética de los edificios residenciales”, dice Draugelis, “sino también de qué manera podemos integrar estos principios en nuestra búsqueda de ciudades con bajas emisiones de carbono en China”




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