OTEA, Hostelería y Turismo en Asturias, se suma a la campaña nacional de protestas que comanda Hostelería de España y que simboliza con la rotura de platos la difícil situación con la que están dejando al sector las decisiones de cierres y restricciones. Todavía ayer el Gobierno del principado acordó el cierre total de la hostelería y restauración en los concejos de Lena y Aller.
En distintos puntos del territorio nacional grupos de hosteleros rompen unos platos como metáfora de la situación que vive la hostelería un año después del inicio de la pandemia. El sector sigue pagando “los platos rotos” debido a la falta de ayudas directas y a la criminalización, convirtiéndose en uno de los más afectados por las restricciones impuestas desde los distintos gobiernos nacional y autonómicos.
Las medidas en España, alejadas de las políticas de ayudas directas que han impulsado países como Alemania o Francia, están ahogando de manera sostenida a la hostelería dejando unas cifras que ya superan los 70.000 millones de euros de pérdidas en la facturación y que ha obligado al cierre a más de 85.000 bares y restaurantes. Este desgaste del tejido empresarial lleva consigo una inevitable pérdida de puestos de trabajo que puede alcanzar un millón y medio de empleos entre directos e indirectos.
En Asturias, según los datos de la Seguridad Social en el año 2020 ya se han perdido 4.300 empleos.
“La desesperación crece en el sector porque estamos decepcionados con la gestión de toda esta crisis, en la que se sigue criminalizando a la hostelería mientras que seguimos sin conocer las ayudas directas que se destinarán exactamente en cada Comunidad Autónoma a nuestro sector”, explicaba José Luis Yzuel, Presidente de Hostelería de España en la concentración de esta mañana delante del Ministerio de Hacienda.
En el caso de Asturias, Otea defiende que en el paquete de compensaciones que prepara el Gobierno del Principado las empresas de hostelería se incluyan en el Bloque 1 que recoge las “actividades cerradas y equiparables”. Además, se pide incrementar el porcentaje de las ayudas que se destinan a las empresas cerradas o con grandes restricciones, entre otras mejoras.