Si bien históricamente enero ha sido un mes marcado por los esfuerzos económicos, el incremento del número de parados, y la situación pandémica lo han complicado todavía más. Y uno de los sectores más afectados ha sido el del automóvil.
La venta de coches cae en picado
En concreto, la venta de coches nuevos se ha desplomado un 51,5% en enero, la caída más grande que han experimentado las matriculaciones desde el confinamiento. Fue entonces –y con el cierre de los concesionarios y la paralización empresarial general– cuando se derrumbaron por encima del 90% incluso en algunos casos. No obstante, los números de cierre de 2020 apuntan a una caída total del 32% respecto del año anterior.
¿Pero a qué obedece exactamente este desplome? “Es innegable que la pandemia y la crisis económica asociada ha sido el principal factor que ha frenado las ventas”, indican desde Acierto.com. El temporal Filomena, aumento del paro (en enero se destruyeron 218.953 empleos), el batacazo histórico del PIB, la incertidumbre generada por la COVID-19… Son factores que han sumido a las familias en una difícil situación y que han frenado el consumo en todos los ámbitos.
La subida de impuestos frena el consumo
Sin embargo, la entrada en vigor del impuestazo al seguro del coche así como del impuesto de matriculación tampoco ayudarán a remontar este año, al menos a medio plazo. En concreto, los cambios en el impuesto de matriculación podrían incrementar el precio de los vehículos hasta 1.200 euros, aproximadamente.
Respecto al seguro y aunque dependerá de la póliza que se tenga contratada, la subida del tipo impositivo supondrá unos siete euros más al año por vehículo. Aquí también hay que tener en cuenta dos puntos más: el 89% de los hogares afectados por la subida del seguro del coche tienen ingresos bajos o medios; y no podemos olvidar que los seguros de coche son obligatorios, incluso si se tiene el vehículo en la calle y no se utiliza.
¿Aumentará la edad del parque automovilístico?
“Además, la adquisición de un vehículo es una compra meditada, que requiere de un desembolso grande y que suele hacerse por necesidad, porque la persona lo necesita para desplazarse o porque le resulta más cómodo hacerlo así. De hecho y en el caso de los españoles, esperamos mucho a cambiar de coche. Hasta el punto que nuestro parque automovilístico tiene una peligrosa edad”, remarcan desde Acierto.com.
Con la implementación del teletrabajo –que todavía mantienen muchas empresas– esta necesidad también se ha atenuado. En cualquier caso, aquellos que realmente lo necesiten probablemente acaben optando por alternativas al coche nuevo como la segunda mano (siete de cada diez adquiriría uno de esta manera).
Por supuesto, los particulares no son los únicos implicados en el frenazo de las ventas, sino también las empresas, muchas de las cuales se encuentran en una difícil tesitura (y muy lejos la ideal para renovar sus flotas de vehículos).
Coches más viejos y más peligrosos
Todo esto, como decíamos, presumiblemente elevará la edad media del parque de vehículos en España, con los peligros e inconvenientes que eso implica. Y es que este tipo de vehículos se ve inmerso en un mayor número de incidentes, siendo protagonistas de 2 de cada 5 accidentes de tráfico. De hecho, la antigüedad es un factor determinante en la siniestralidad y también en las averías.
Esto se ve reflejado en el precio de sus seguros, habitualmente más caros –porque entrañan más riesgos–. Es decir, con coches viejos se tienen más accidentes y averías y, consecuentemente, se recurre a la aseguradora con más frecuencia. Por desgracia, el 73% de los coches en circulación hoy, supera la década de antigüedad.
Por otra parte, no podemos dejar de recordar que el mantenimiento de los vehículos es la asignatura pendiente de los españoles. Según la encuesta realizada por Acierto.com, 4 de cada 10 conductores no realizan la revisión del vehículo estipuladas por el fabricante. Y más del 60% no cambia sus neumáticos a tiempo. El coste y la falta de tiempo son los principales argumentos.
Además, tampoco se invierte en mejorar o reparar coches viejos. “Esto es un error, de hecho, cuesta más caro no realizar la puesta a punto del vehículo y no llevar a cabo un mantenimiento regular. El 90% de las averías de motor, batería y neumáticos podrían evitarse con una visita a tiempo al taller”, comentan desde el comparador.
Para acabar, el comparador también prevé un aumento de otro tipo de servicios alternativos a la compra del coche. El alquiler de vehículos entre particulares, por ejemplo, podría ser una de las que más repunte frente a opciones como el coche compartido y el uso del transporte público, al menos mientras dure la situación pandémica. La bicicleta también se ha postulado entre las grandes preferidas de los últimos meses.