El desempleo registrado subió en 2.624 personas el mes pasado en Asturias, hasta situarse en 84.693 demandantes, según los datos publicados esta mañana por el Ministerio de Trabajo. El incremento porcentual alcanza el 3,2%, superior al 1,96% de la media nacional. No obstante, es el aumento más bajo contabilizado en enero –un mes en el que crece habitualmente el paro- en los últimos cuatro años en el Principado.

La negativa evolución del mercado laboral está vinculada a la incidencia de la tercera ola de la covid-19 y las medidas adoptadas para frenar la extensión del virus. Así, el incremento del desempleo se ha concentrado en el sector servicios, el más perjudicado por las restricciones a la actividad: 2.276 nuevos demandantes, lo que supone cerca del 87% del aumento global. En el resto de sectores, los aumentos han sido inferiores a la media regional. En el desglose por concejos, las tres grandes ciudades -Avilés, Oviedo y Gijón- han sufrido crecimientos ligeramente superiores al promedio. 

Asturias sale mejor parada en la evolución interanual. Las oficinas del Servicio Público de Empleo (Sepepa) tienen registrados a 11.727 demandantes más que hace un año, una cantidad que equivale a un incremento del 16%. Este porcentaje se sitúa más de cinco puntos por debajo de la media nacional, que se eleva al 21,84%. El Principado fue, de hecho, la sexta comunidad en la que menos creció el paro registrado en el último año.

La contratación también sufrió una mala evolución. En concreto, en enero registró un descenso del 6,75% respecto a diciembre. El número de contratos registrados, 17.217, quedó muy lejos de los 28.097 que se realizaron en el mismo mes de 2020. 

Respecto a la afiliación a la Seguridad Social, el número de personas cotizantes se situó en 356.025, 4.423 menos que el mes anterior (el descenso porcentual fue del 1,23%). La variación interanual registra una caída de 6.628 personas (1,83% de disminución).

Pilar Varela, gerente del Servicio Público de Empleo (Sepepa), ha destacado el esfuerzo que están realizando las administraciones públicas para contener los daños laborales de la pandemia. En concreto, a través de la aplicación y prórroga de los expedientes temporales de regulación de empleo y del incremento de recursos del Principado para favorecer la inserción laboral de los colectivos con más dificultades.