El Comité Ejecutivo de Otea mantuvo esta mañana una reunión en la que se analizaron varios asuntos de interés para el sector.
El presidente de Otea explicó que en los últimos 15 días no ha tenido ningún contacto con los responsables del Gobierno del Principado en los que tener conocimiento de la progresión de la pandemia en el Principado de Asturias y conocer la hoja de ruta con respecto a la medidas que pudiera adoptar a partir del 11 de enero, fecha en la que termina la vigencia de la resolución que establece las actuales restricciones.
El Comité Ejecutivo de Otea manifiesta la necesidad de conocer la posición del Gobierno de Asturias y la dirección de las medidas que se adopten a partir del día 11 de enero y desmiente, una vez más, las noticias falsas difundidas a través de las redes sociales en los últimos días sobre un cierre pactado.
Otro de los puntos que se trató fue la situación del asociado y vicepresidente de Otea con respecto a las noticias falsas que se están difundiendo a través de las redes sociales una vez más. El vicepresidente tuvo la oportunidad de explicar al resto de miembros del Comité Ejecutivo cómo se desarrollaron los hechos objeto de la polémica, negando tajantemente que se hubiera organizado una fiesta en su local. Se trató, según sus explicaciones, de la actividad llamada “tardeo”, que se ha puesto de moda en muchos locales en los últimas fechas, y en la que se disfruta de los amigos manteniendo las normas vigentes: solo servicio en mesa, con todos sentados, cuatro comensales por cada mesa y manteniendo la distancia de seguridad. El tardeo es una actividad abierta al público. A esta sesión en concreto acudieron unas 20 personas, cuando el local tiene capacidad para 200.
Un video hecho público ayer muestra la disposición de la sala y de los asistentes. Explicó el vicepresidente que es cierto que en un momento puntual hubo personas que descuidaron las medidas de seguridad con un incumplimiento de las normas por parte de algunos clientes, que fueron llamados al orden hasta el punto de que a uno de ellos se le instó para que abandonara el local. Evidentemente esta situación no es deseada y el vicepresidente es el primero que lo lamenta y se disculpa y no tiene ningún inconveniente en reconocerlo y asumir estos hechos y sus posibles repercusiones.
Escuchada la versión de los hechos de forma directa, el comité ejecutivo de forma mayoritaria entiende las explicaciones y apoya el buen hacer del vicepresidente con una trayectoria empresarial contrastada e intachable. Los miembros del comité ejecutivo reiteran una vez más la necesidad de extremar las medidas de precaución, tanto por parte de los empresarios como por parte de los clientes. Pero también lamentan el uso que de manera interesada se ha hecho de ello en las redes sociales con elementos intencionadamente exagerados y sacados de contexto.
Otea sigue creyendo en los miles de profesionales y empresarios que cada día suben la persiana de su negocio, grandes o pequeños, que cumplen a rajatabla las medidas sanitarias y que se adaptan a los horarios, distancias y ocupaciones que ordenan las autoridades, aunque ello signifique generar pérdidas. Esa es la realidad y no otra.
En la hostelería no está el problema. Y la mejor prueba es comprobar ¿cuántos camareros en contacto durante toda su jornada laboral con clientes se han contagiado? Ninguno. Y es porque, sencillamente, se cumplen las medidas de prevención. Es en las reuniones sociales, en casas particulares, y donde no hay exposición pública ni control, donde se producen la mayoría de los contagios.