El alumnado, de 10 a 17 años, firma el artículo agrupado en un consorcio con el nombre de MARGA, en honor a Margarita Salas
Asturias.-Una publicación científica recoge el trabajo realizado por 155 estudiantes asturianos de entre 10 y 17 años en el proyecto Música genética, cuyo resultado es la composición de ocho melodías para interpretar el genoma de la leucemia linfática crónica. La Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad, impulsora del programa, ha plasmado en un artículo la metodología utilizada por el alumnado para combinar el aprendizaje de las bases del código genético a través de la composición musical.
Los escolares de los ocho centros educativos participantes en el proyecto se han integrado en el consorcio MARGA (Musicians And Resilient Geneticists of Asturias), en honor a la científica asturiana Margarita Salas. Es este consorcio el que aparece como primer firmante del artículo.
El equipo de la Consejería de Ciencia decidió recopilar las composiciones realizadas por el alumnado como reconocimiento a su esfuerzo y como gesto para incentivar las vocaciones científicas y las enseñanzas STEAM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, en sus siglas en inglés).
El resultado ve la luz coincidiendo con la Semana de la Ciencia. El artículo Genetic music: when genes code for melodies instead of proteins (Música genética: cuando los genes codifican melodías en lugar de proteínas) acaba de publicarse en abierto en el repositorio Preprints https://www.preprints.org/manuscript/202011.0387/v1
Los grupos de estudiantes de Primaria, Secundaria y Bachillerato compusieron e interpretaron obras musicales diferentes utilizando una secuencia genética corta obtenida del gen notch1, secuenciado por el equipo del investigador Carlos López-Otín y receptor de mutaciones que conducen a la leucemia linfocítica crónica.
La incorporación de estudiantes de niveles no universitarios en publicaciones científicas es poco habitual y solo se registran casos puntuales en bases de datos oficiales, generalmente fuera de España. En el proyecto participaron los Institutos de Educación Secundaria Aramo, Infiesto, Bernaldo de Quirós (Mieres); Isla de la Deva (Piedras Blancas) y Río Trubia, y los colegios La Ería (Oviedo) y Darío Frean Barrreira (Jarrio).
A pesar de que existen iniciativas para asociar información genética o biológica con la música, ninguna ha abordado la generación de música genética como un proyecto STEAM. Con este enfoque, los estudiantes pueden aprender el código genético mientras componen música y también otros conocimientos vinculados a la biología.
“Nuestro principal objetivo fue desarrollar una metodología para conectar genética y música -ciencia y artes-, en la que los genes se transcriben en melodías utilizando el mismo mecanismo que utilizan para codificar proteínas”, explica el consejero de Ciencia, Borja Sánchez. Ahora, el propósito es que pueda ser utilizada en centros educativos de cualquier lugar del mundo interesados e incluso llevada a otros ámbitos para personas de cualquier edad.
La experiencia piloto que ha dado lugar a este artículo se celebró hace ahora un año en un concierto semipresencial en el instituto Aramo, donde 155 estudiantes de los ocho centros interpretaron sus composiciones de forma presencial, en streaming y en vídeo. Todas las grabaciones pueden verse en Youtube: https://ddei3-0-ctp.trendmicro.com:443/wis/clicktime/v1/query?url=http%3a%2f%2fow.ly%2fZbaL30rkOjX&umid=5DFEFC62-B4C3-D005-ACCE-E3A8CCDB5C56&auth=4ceff9107ab9c25786f1a828bbcb8ff8204474b0-3eb48835fa1cc08c9420e7cd86d0395d2bc9c2ae
Este proyecto está dedicado a la profesora Margarita Salas, por su implicación en la Semana de la Ciencia de Asturias y su trabajo para despertar vocaciones científicas entre los más jóvenes. El Principado ha remitido al alumnado participante en el programa Música genética la acreditación oficial como miembros del consorcio MARGA de jóvenes científicos.