- La relación entre los casos de violencia y esquizofrenia viene condicionada por los síntomas propios de la enfermedad como delirios y alucinaciones, que son controlados si se sigue los tratamientos farmacológicos.
- Las conductas violentas más comunes son las agresiones verbales, autoagresiones, y los actos contra personas y objetos.
Oviedo.- La asociación entre violencia y esquizofrenia es algo frecuente en nuestra sociedad, pero en gran parte de los casos esta interpretación es errónea. La mayoría de la población desconoce que sólo el 5% de los pacientes con patologías esquizofrénicas, controlados clínicamente, adoptan conductas violentas como agresiones verbales, agresiones contra objetos, personas y hacia uno mismo.
Estas manifestaciones han sido realizadas por el doctor Celso Arango, director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y secretario de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica en una ponencia sobre trastornos esquizofrénicos desarrollada durante la décimo quinta edición del Congreso Nacional de Psiquiatría, que se celebra en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo del 8 al 11 de noviembre bajo el lema ‘Por la excelencia y el desarrollo profesional’.
Los datos y valoraciones que se han aportado en el encuentro están recogidos en el estudio: “Violencia en pacientes ambulatorios con esquizofrenia que cumplen con la medicación: prevalencia y factores asociados”, que fue elaborado por Julio Bobes, presidente del Congreso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo y jefe de servicio del área sanitaria de Oviedo,
El estudio, desarrollado en 2009, evaluaba la prevalencia y los factores asociados con la conducta agresiva en pacientes tratados en servicios de salud mental ambulatorios y no hospitalarios. Para ello, un total de 895 pacientes adultos con esquizofrenia, que se encontraban en estabilidad clínica, fueron evaluados en base a la existencia en su conducta de comportamientos agresivos.
La mesa de expertos celebrada en Oviedo ha contado también con la presencia de María Paz García-Portilla, María Teresa Bascarán, y Pilar Alejandra Saiz, psiquiatras de la Universidad de Oviedo; y los psiquiatras del Complejo Hospitalario Universidad de Albacete, Patricia Romeo-Rodenas, David Fraguas, Mar Domato y María Teresa Tolosa.
Todos ellos han abordado la problemática de la esquizofrenia que, según destaca el Dr. Arango, “es una enfermedad mental que la población siempre relaciona con creencias y consecuencias negativas”. De esta forma, el director científico del CIBERSAM ha subrayado “que no es cierto, ni acertado” el pensamiento generalizado en el que asocian las patologías esquizofrénicas y las conductas violentas. “Es mucho más probable que una persona con esquizofrenia sufra violencia de otros que la genere él mismo”
Así, el experto ha puesto como ejemplo el hecho de que cuando alguien comete un crimen, los medios de comunicación y la sociedad en general relacionan al supuesto autor con alguna patología psiquiátrica, “que en muchos de los casos es totalmente erróneo”. El hecho que la violencia en casos de personas con esquizofrenia ésta pueda ser impredecible y no esperable hace también que acapare más la atención de los medos y la sociedad produciéndose una distorsión en la relación entre esquizofrenia y violencia.
“También sucede que cuando una persona con esquizofrenia forma parte de una comunidad, los miembros de ésta se muestran desconfiados y miran hacia atrás ante la presencia del individuo enfermo, en parte por lo impredecible de las conductas violentas”, ha indicado Arango que, además, ha hecho hincapié en que este tipo de comportamientos “cargan de forma injusta de estrés y emociones negativas a las personas que sufren la enfermedad mental y sus familiares ”.
Para el experto, la relación de violencia con la esquizofrenia “viene condicionada por los síntomas de la enfermedad que les hace actuar de una manera concreta”, pero insiste en que la medicación juega un papel importante porque anula estas conductas negativas y hace que estas personas no sean violentas. Por ello, los porcentajes de conductas violentas son mayores en pacientes que no cumplen con sus tratamientos que en aquellos que sí se toman su medicación.
Esquizofrenia
La esquizofrenia es la gran desconocida de las enfermedades, aunque sobre todo los desconocidos son quienes padecen este tipo de patologías. Este padecimiento consiste en un trastorno fundamental de la personalidad que hace que quienes lo padecen tengan la percepción contante de estar controlados por fuerzas ajenas y extrañas.
Estos individuos poseen ideas delirantes con alteraciones en la percepción de la realidad. El deterioro de la función mental en estos enfermos ha alcanzado un grado tal que interfiere con su capacidad para mantener un contacto con la realidad y os pacientes no son conscientes de su enfermedad en la mayoría de los casos.