(COMUNICADO).-Desde hace ya meses, en relación directa con la Confederación Española del Transporte de mercancías CETM y el Comité Nacional del Transporte, desde la Asociación de Empresarios del Transporte, Logística, Aparcamientos y Actividades afines del Principado de Asturias, venimos analizando la situación de las estaciones de ITV en todo el país, tras la saturación alcanzada durante meses, coincidiendo con la crisis del Covid-19.
En la actualidad, la situación, lejos de mejorar empeora por momentos especialmente en Asturias y Andalucía, sumando retrasos y alargando hasta el infinito las listas de espera. De forma inexplicable, además, las estaciones de ITV en Asturias no hacen caso ni a las propias sentencias del Tribunal Supremo.
Desde Asetra demandamos encarecidamente que se proceda a incrementar la dotación de las instalaciones o en su caso se permita la actividad y puesta en marcha de otras entidades privadas que lleven a cabo las labores de revisión de turismos y camiones, al igual que lo hacen en las comunidades autónomas limítrofes a las que cada día más profesionales del sector y ciudadanos se ven obligados a recurrir para cumplir con la ley y asegurar sus propias condiciones de circulación, con los costes de desplazamiento y tiempo que ello supone.
Desde un punto de vista exclusivamente empresarial, fuera de la confrontación política, es del todo inexplicable que el año 2020 permanezcan vigentes este tipo de monopolios en torno a la empresa pública, ITVASA.
No obstante, cabe recordar que las comunidades autónomas como Asturias tienen actualmente transferidas las competencias en materia de la Inspección Técnica de Vehículos, siendo en estos momentos la administración asturiana la principal responsable de la deriva alcanzada en los nueve centros de inspección actualmente existentes en el Principado.
En ningún momento, han facilitado a las empresas del transporte (cuya actividad diaria está en completa relación), la renovación de las inspecciones técnicas de sus vehículos, sino que además, no han mostrado sensibilidad alguna con un sector estratégico y esencial como ha demostrado ser, día a día, el transporte de carrera en esta crisis. Por el contrario, se ha puesto de manifiesto el exclusivo carácter lucrativo de este servicio frente al objetivo del mantenimiento de seguridad vial que debiera constituir su principal razón de ser, tal y como se nos pretende vender diariamente desde las Administraciones Públicas.