Quizá porque la cosecha de estos cultivadores está exclusivamente destinada a su propio consumo, y en no pocas ocasiones también por necesidades terapéuticas, los horticultores cannabicos, desde los novatos hasta los veteranos con los guantes verdes por el trabajo con la planta, sobresalen por su exquisitez y curiosidad, a partes iguales, en la selección de las semillas, inmersos en un constante debate: las diferencias entre cannabis Indica o Sativa.
Para entender mejor las diferencias entre índicas y sativas, resulta útil echar un vistazo más general a la taxonomía del cannabis.La planta de cannabis fue clasificada por primera vez en la década de 1750 por Carl Linnaeus, un botánico sueco. En 1785, el naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck publicó una descripción de otra especie de cannabis, distinta a la variedad de Linnaeus. Lamarck llamó a esta especie Cannabis indica Lam. Aunque todavía hay cierto debate en torno a la taxonomía correcta del cannabis índica y sativa, los científicos creen que hay suficientes diferencias notables entre estos tipos de cannabis para considerarlos especies diferentes.
Estas diferencias las explican en detalle en Royalqueenseeds, uno de los bancos de semillas de cannabis de mayor crecimiento en Europa, desde el que ofrecen una amplia gama de semillas feminizadas, autoflorecientes y medicinales a precios asequibles y con envíos rápidos y discretos.
¿EN QUÉ SE DIFERENCIAN LAS CEPAS ÍNDICAS Y SATIVAS?
La diferencia más evidente entre las plantas índicas y sativas son sus rasgos físicos. El botánico americano Richard E. Schultes y un equipo de investigadores las describen así:
Sativas: altas, escasamente ramificadas y con hojas estrechas
Índicas: más bajas, con forma cónica y hojas más anchas
Las claras diferencias entre estos tipos de plantas se explican observando su origen geográfico. Veamos las múltiples diferencias entre las índicas y las sativas.
La especie Cannabis sativa es originaria de regiones con climas tropicales y más cálidos. Crece de forma natural en Tailandia, Vietnam, Colombia, México e incluso partes de África.
Para poder tolerar los veranos cálidos, húmedos y largos, las sativas se adaptaron desarrollando una mayor altura, un mayor espacio internodal, cogollos finos y hojas más estrechas. Esto ayuda a las plantas a protegerse de la alta humedad de estas regiones y de las amenazas como el moho o las plagas.
Dado que las plantas sativas suelen ser más altas, por lo general son más adecuadas para cultivar en exterior. Se desarrollan especialmente bien en climas cálidos y tropicales, con veranos largos.
Por otro lado, las cepas índica son nativas de regiones más frías, secas y montañosas como Nepal, la India y otras zonas del subcontinente indio donde los veranos son más fríos y cortos. Para poder soportar estas condiciones, la especie Cannabis indica desarrolló un plazo de floración más corto, así como un follaje y unos cogollos más densos.
Gracias a su pequeña estatura y su fase de floración más breve, las índicas son especialmente adecuadas para el cultivo interior. Pueden manipularse fácilmente usando técnicas de entrenamiento y suelen producir cogollos gruesos, con gran atractivo comercial. Dado que florecen más rápidamente, las índicas también permiten obtener varias cosechas en menos tiempo.
COMBINACIONES A MEDIDA
La mayoría de cepas de cannabis disponibles actualmente en el mercado son híbridos que mezclan genética índica y sativa. Por ejemplo, nuestros expertos criadores de Royal Queen Seeds usan técnicas de cría especializadas para producir variedades con rasgos únicos, como fases de floración más cortas, sabores concretos, etc.
Aunque existan diferencias morfológicas claras entre las índicas puras y las sativas puras, el resto de diferencias es mucho más difícil de concretar e implican mucho más que la genética. Aun así, las categorías índica y sativa han permitido a la comunidad cannábica desarrollar un lenguaje para clasificar y distinguir a esta fascinante planta.