RAG/DICYT Las nuevas tecnologías aplicadas al hogar se han desarrollado durante los últimos años de forma constante, hasta el punto que hoy una familia que tenga instalado un sistema de "simulación de escenas" se puede ir de vacaciones con la confianza de que su vivienda no va a dar la sensación de estar vacía, ya que estas aplicaciones puede hacer que las persianas se suban y bajen automáticamente, y a una altura diferente cada día, durante su ausencia, lo que ayudará a disuadir a los ladrones. En dependencias donde haya material sensible o valioso, por ejemplo en una biblioteca, se pueden instalar sensores que avisen de la existencia de un fuego que incluso puedan sofocar las llamas de forma automática en el momento en que las detecten. Uno de los principales aspectos por el que estas herramientas no se han extendido de una mayor forma en los hogares es su alto precio, de ahí que la investigación para los próximos años se pueda centrar en la consecución de aparatos que se puedan comercializar a un precio más asequible.
Uno de los sistemas que se están instalando actualmente con frecuencia es el de la colocación de una "electroválvula" en el circuito de agua de un hogar, una empresa o una institución pública. En el momento en que estos sensores detecten una fuga, se comunicarán con un sistema que cerrará de forma automática el suministro para evitar una posible inundación. Esta tecnología se utiliza también para prevenir los posibles escapes de gas, algo que adquiere mayor importancia si se tiene en cuenta la gravedad por la que se suelen caracterizar los accidentes con esta energía en el hogar, ha explicado a DiCYT Ismael Molero, responsable del Departamento de Operaciones de la empresa leonesa Onsite Telecom.
El desarrollo tecnológico ha posibilitado que estos sensores sean capaces de detectar algo "en principio intangible" como las llamas, de modo que si ese medidor se conecta a un sistema de extinción, en el momento en que tenga constancia de un fuego se active un pulverizador y actúe contra él. "En estos casos, suele llevar más de una alarma, y sólo se pone en funcionamiento cuando las dos detectan el fuego, para así evitar que se active la herramienta de extinción de incendios en caso de una señal falsa emitida por una de ellas", ha incidido.
Este tipo de instalaciones se suele apoyar también en sistemas de "videovigilancia", que ofrecen información que puede ayudar a detectar estos incidentes a través de la distribución de pequeñas cámaras de vídeo en los lugares "sensibles".
Ahorro energético
Otro de los valores que Molero ha destacado de estas tecnologías es la posibilidad que ofrecen de ahorrar energía en la vivienda. Se ha demostrado que el ojo humano es incapaz de percibir cuándo una bombilla está funcionando a su máxima capacidad y cuándo lo hace a un 90 por ciento. Existe un interruptor especial mediante el que se puede regular este aspecto, lo que supone un ahorro "importante" para las familias en electricidad. "Los interruptores con regulador tradicionales no eran tan precisos, pero con éste, que además es relativamente barato, se puede regular exactamente la luminosidad para adaptarla a tus necesidades. Porque quizá si estás viendo la televisión sólo te haga falta tener la bombilla a pleno rendimiento, sino al 50 por ciento. Y en eso conlleva un menor consumo", ha destacado.
Entre otros sistemas que habitualmente instalan los usuarios de estas tecnologías se encuentran reguladores de la calefacción, de la luz o del aire acondicionado que hacen que el sistema se apague si no detectan la presencia de ninguna persona en la habitación, mantengan una temperatura constante en una dependencia de la casa. "La vivienda inteligente incluye todo este tipo de recursos, que lo que pretenden al final es optimizar el consumo de recursos", ha apuntado.
FOTO: Israel Molero, responsable del Departamento de Operaciones de Onsite Telecom
