Por Rubén Arranz
/DICYT El hombre prehistórico utilizaba el sílex para confeccionar la mayor parte de sus herramientas, desde las destinadas al tratamiento de las pieles hasta las usadas para cortar maderas o, por supuesto, para cazar. De ahí se deduce el aprecio que tenía por este mineral. Un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) ha encontrado en una campaña de excavaciones efectuada en la Sierra de Araico, al sur de la localidad de Treviño (Burgos), cientos de restos de este duro material, así como el astado de un ciervo que probablemente formase parte de un pico minero utilizado por los hombres de la Edad de Piedra. Tras trabajar hasta una profundidad de 2,5 metros, su pretensión es llegar en próximos sondeos a la base del yacimiento para así resolver la duda que se les plantea actualmente: qué valor tiene el mineral que alberga para que estos humanos, con los limitados recursos que poseían, hicieran un esfuerzo tan grande por extraerla.
Habitante y maestro de esta localidad era Deogracias Estavillo, un aficionado a la Prehistoria que a mediados del siglo XX coleccionaba restos de sílex que encontraba en las inmediaciones de Treviño. Ante el valor de estos hallazgos, un grupo de investigadores estudió hace treinta años por primera vez el terreno y encontró indicios de que había contado con actividad minera en este periodo. Sobre esta base, un grupo de expertos del CENIEH ha realizado durante las cuatro semanas de octubre la primera prospección, aunque el no haber llegado a más profundidad que 2,5 metros les ha dejado algunos interrogantes abiertos sobre el yacimiento.
"Hemos excavado a una profundidad de dos metros y medio y hemos confirmado que lo que hay allí es una escombrera de una explotación prehistórica. Todavía no sabemos muy bien cómo explicarla porque no hemos podido abrir la superficie suficiente, pero han aparecido multitud de fragmentos de sílex, algunos en bruto, otros son nódulos y otros de mala calidad. Se supone que son los restos que dejaban en la escombrera, lo que no les interesaba. Pero también han aparecido restos minoritarios de sílex muy bueno, que es el que suponemos que estaban explotando en este lugar", ha detallado a DICYT Andoni Tarriño, geólogo responsable del Grupo de Materias Primas y Materiales Antrópicos y Arqueológicos del Centro burgalés.
Extracción del sílex
El sustrato donde se encuentra el sílex es "relativamente blando" y para abordar su extracción los hombres prehistóricos utilizaban piedras, fuego, palos y huesos, que prácticamente "era lo único que tenían". Es precisamente esta blandeza del terreno la que permitió a estos humanos, con sus rudimentarias herramientas, hacer pozos y galerías, como se ha comprobado en explotaciones similares estudiadas en Centroeuropa o en el Reino Unido. El yacimiento burgalés, no obstante, es más duro pero, aún así, pudieron hacer sobre él labores más superficiales, pero igual de importantes, como cubetas o zanjas.
Además de estos restos de sílex, los expertos han encontrado en esta campaña el asta de un ciervo que probablemente sea el fragmento de un pico minero, ya que se tiene constancia de que en esta época utilizaban estos huesos para tal fin. Han hallado, asimismo, "bastantes" fragmentos de ofita, una roca ígnea subvolcánica muy compacta y dura de la que estos seres humanos antiguos se servían para hacer sus mazas de cantería.
El investigador ha destacado la "excepcionalidad" de este yacimiento, que es el único de España junto con el de Casa Montero, en Madrid, con estas características. Una vez finalizada esta prospección, los investigadores analizarán los centenares de restos encontrados para, a partir de ahí, poder continuar al final del verano de 2012 sus excavaciones en la zona, algo para lo que Tarriño ha afirmado que necesitan financiación.
FOTO: Fragmento de asta de ciervo utilizado como pico en la minería de la Edad de Piedra (Fotografía: CENIEH)