El consejero de Ciencia, Borja Sánchez, pone al consorcio como eje para liderar líneas de I+D+i que atraigan la inversión privada y generen valor añadido en Asturias
El Gobierno de Asturias impulsará las políticas de I+D+i ligadas a la economía circular, especialmente a la gestión y revalorización de residuos. Para ello, la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad plantea aprovechar el potencial en I+D+i del Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias (Cogersa) para desarrollar iniciativas que generen valor añadido y contribuyan al cambio de modelo productivo de la industria regional.
El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, junto con la viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, y los directores generales de Calidad Ambiental y Cambio Climático, Paz Orviz Ibáñez, y de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas, han visitado la planta de Cogersa en Serín para conocer de cerca los proyectos de investigación e innovación en los que actualmente trabaja la compañía enmarcados en la economía circular.
Sánchez ha destacado que una prioridad de este gobierno es alinear nuestras políticas de innovación con el impulso a la economía circular y dentro de ella la economía del residuo. Para ello “aprovecharemos uno de los grandes diferenciales de Asturias: Cogersa, que ya tiene líneas de I+D+i.
El titular de Ciencia ha puesto de relieve que la compañía dispone ya de infraestructuras abiertas a la colaboración con grupos científico-tecnológicos y empresariales donde pueden desarrollarse iniciativas público-privadas que ayuden a generar valor añadido a nuestra comunidad”.
Un ejemplo es el programa Landfill4Health, una investigación para el aprovechamiento de un complejo de tratamiento de residuos para la producción de microalgas.
Borja Sánchez considera importante incluir la economía del residuo dentro de la Estrategia de Especialización Inteligente (S3), “que debe basarse en la existencia de cadenas de valor y recoger un itinerario de cambio de modelo productivo de la mano de la descarbonización de nuestra industria”.
Para la viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, “la innovación es clave para afrontar los retos que se nos presentan en los próximos años, en los que tenemos que dar salida a los productos procedentes del tratamiento de residuos como los bioestabilizados o el CSR”.
Uno de los primeros objetivos es la búsqueda de lugares donde puedan fijarse tanto innovación como talento, que ayuden a competir por los fondos europeos de la transición ecológica y que sirvan de tractores para movilizar inversión privada. La Administración regional ha puesto en marcha algunos instrumentos que servirán para incentivar el desarrollo de centros de I+D+i e iniciativas de colaboración público-privada. Un ejemplo es el programa Misiones Científicas del Principado de Asturias, cuya convocatoria para formar consorcios –con 400.000 euros-- saldrá próximamente. La disminución de emisiones y gases de efecto invernadero será una de las líneas competitivas. Otras opciones son los Open Labs, espacios de colaboración entre investigadores y tecnólogos procedentes de empresas, o la Compra Pública Innovadora.