Cambiar de domicilio implica mucho trabajo, pero si se organiza todo desde el principio, esto no tiene por qué ser caótico o frustrante.
Una de las principales causas de estrés durante las mudanzas es la aparición de imprevistos, la mayoría de ellos se pueden evitar con una visión objetiva de todo el proceso y una preparación adecuada. Los siguientes consejos pueden ayudar a facilitar mucho las cosas.
1.- Usar un calendario
Una de las mayores equivocaciones que se comenten es obviar el hecho de que el tiempo pasa. Tener un calendario a la vista, con la fecha de la mudanza bien destacada, ayuda mucho a tener conciencia del tiempo con el que se cuenta para hacer todo.
En ese sentido, es importante marcar fechas límite, por ejemplo:
- Hasta qué día se recibirán visitas. No es conveniente tener gente que no esté involucrada entrando y saliendo para despedirse o pasar tiempo con la familia antes de la mudanza. Es preferible reservar un día para una actividad de despedida con familiares y amigos o concertar citas de visita para evitar interrupciones excesivas e innecesarias. La semana previa al traslado debería estar libre de compromisos.
- Fin del trabajo. En el caso de los que deben dejar su empleo, no es recomendable trabajar hasta la fecha límite. Es necesario tomar unos días para dedicarse 100% a la mudanza.Si no se va a dejar el empleo, igual es valioso contar con unos días libres para concentrarse en el trabajo por hacer.
2.- Buscar asistencia profesional
Intentar ahorrar dinero haciendo el trabajo que mejor se les da a los profesionales puede terminar en pérdidas materiales muy costosas. Contratar a una empresa especializada siempre es una excelente idea.
Actualmente los precios de una mudanza son bastante competitivos y ofrecen diferentes paquetes, desde solo traslado, hasta servicio completo de empaquetado, transporte, instalación en el lugar de destino, alquiler de depósitos y limpieza, tanto de la vivienda que se recibe como de la que se está dejando.
3.- Deshacerse de lo que no es útil
Antes de empezar a guardar es de gran utilidad sacar las cosas que no irán al nuevo domicilio. Lo que esté en buen estado se puede donar a las diferentes organizaciones humanitarias o a los parientes y amigos que podrían darles un buen uso. Lo que no se pueda usar ni llevar, debe tirarse.
Esta medida ahorrará mucho tiempo de empaquetado y optimizará el uso del espacio en el transporte, muchas empresas cobran por metro cúbico de capacidad, así que no tiene sentido pagar por espacio para objetos inútiles.
4.- Planificar los gastos
Tener un presupuesto detallado es de mucha ayuda. Los gastos de la mudanza, si no se mantienen bajo control, pueden afectar gravemente la estabilidad financiara a corto y mediano plazo.
Si se está saliendo de una vivienda en alquiler a una propia, se debe reservar el dinero destinado al pago de la hipoteca, este crédito es, por decirlo de alguna manera, “sagrado”, y su incumplimiento puede acarrear penalizaciones que van desde intereses de mora hasta la pérdida del préstamo.
También es necesario reservar el dinero para las empresas y personas que se contraten para la mudanza.
Hay otros gastos que deben tenerse en consideración y es mejor tener alguna previsión económica para resolverlos, por ejemplo, cubrir reparaciones por daños, emergencias por accidentes, comida fuera de casa, incluso alojamiento en un hotel para un par de noches.
5.- Considerar a los niños
Los niños menores de 12 años no son de mucha ayuda durante este proceso, de hecho, están expuestos a sufrir accidentes o a ocasionarlos si no se les presta la debida atención.
De ser posible, es recomendable pedir ayuda a parientes o amigos que se encarguen de ellos mientras dure la mudanza. Si no es factible, entonces vale considerar lo siguiente:
- Si el viaje es muy largo. Hacer paradas regulares para que descansen, se hidraten y caminen un poco.
- Llevar entretenimiento para el camino.
- Proveerles de un transporte cómodo que les permita dormir durante el trayecto.
- Las cosas de los niños, como sus juguetes favoritos y ropa, deben estar a la mano.
- Acondicionar primero el espacio para ellos puede ser de gran ayuda.
6.- Identificar y marcar claramente las cajas y bolsas
En primer lugar, las cosas que se necesitarán tan pronto se llega a la nueva casa, como utensilios de cocina, vajilla y artículos de cuidado personal, deben estar en cajas accesibles.
Aunque tome un poco más de tiempo durante el empaquetado, tener todo identificado ayudará a mantener el control y el orden. Esto puede hacerse de diferentes formas:
- Marcar cada caja con etiquetas que indiquen su contenido.
- Enumerar las cajas y en una libreta tener una lista de lo que contiene cada número.
- Los documentos de Excel son muy útiles para esto.
- Asignar un color a cada ambiente, así todo lo de la cocina puede estar en paquetes con etiquetas amarillas, las cosas de los niños tendrán etiquetas rojas, lo del baño se identifica en verde etc.
Finalmente, se debe mantener la calma ante todo, respetar el tiempo de descanso y ofrecer información clara a todos los involucrados en el proceso.