Avilés.-El Palacio de Valdecarzana acoge hasta mañana lunes 31 de agosto la exposición La saga Favila, obra colectiva de los artistas asturianos Amado González Hevia, Favila y sus hijos Favila González Gómez y María González Gómez. La inauguración de la muestra correrá a cargo de la concejala de Cultura, Yolanda Alonso, a las 19 horas. Podrá visitarse de lunes a viernes y de 11 a 14 horas y de 18 a 21 horas.
Favila está considerado como uno de los pintores más importantes del momento y en la exposición donde también hay obras de sus hijos confluyen los tres artistas sorprendiendo al espectador con estilos bien diferenciados, en la que cada autor manifiesta una mirada propia y personal para expresar pulsiones que laten de manera distinta a la hora de enfrentarse al lienzo.
La saga Favila refiere a una familia asturiana de artistas con una profunda pasión por la pintura, la escultura y el grabado. La dinastía se inició con Amado González Fernández, escultor de profesión, quien destacó también en el campo de la pintura, y que fue el padre de Amado González Hevia, conocido artísticamente como Favila, a su vez padre de Favila y María González Gómez, jóvenes artistas que ya están conquistando su espacio en el mundo del arte como podrán contemplar los visitantes que se acerquen al Palacio Valdecarzana.
Influido por el sugerente oficio paterno, pero también por una necesidad íntima de dar rienda suelta al don innato para el dibujo y el color con el que nació, todo eso empuja a Favila padre a estudiar Bellas Artes en Valencia, dejándose imbuir por la luz del lugar y por la pintura de carácter más impresionista, aspectos que marcarán su trayectoria pictórica.
Impregnado de una enorme bonhomía, con obra repartida por diferentes lugares del territorio español, por su extraordinaria maestría con los pinceles y su dominio de la escena y el color, hoy Favila está considerado uno de los pintores más influyentes en la historia reciente del arte en Asturias, de la que ya forma parte. Y la historia se repite con Favila y María, los hijos de Amado, herederos de su pasión por el color y la forma, quienes tras graduarse en Bellas Artes, continúan la tradición creativa.