Ovidio Zapico rechaza que pueda aprovecharse la situación creada por la pandemia como una excusa para la restructuración de plantillas o devaluación de las condiciones laborales. Miembros de los comités y trabajadores denuncian que se están cubriendo puestos en situación de regulación por otros empleados de distintas empresas del conglomerado de transportes
Asturias.-Izquierda Unida pedirá al Principado que revise el ERTE que afecta a distintas empresas de transporte de viajeros en Asturias, vinculadas al grupo ALSA, ante las denuncias de las plantillas sobre el intento de esas compañías de aprovechar la situación creada por la pandemia para una revisión a la baja de sus condiciones laborales. El diputado de IU Ovidio Zapico se reunió esta mañana con representantes de los comités de la Estación de Autobuses de Oviedo, Seprisa Alsa y Ebrobus, que hoy se concentraban en las dársenas oventenses para denunciar la falta de entendimiento para recuperar la normalidad en la prestación de los servicios. De hecho, en estos momentos, en los que se ha recuperado la actividad, todavía se mantienen las regulaciones de empleo y eso a pesar de que se están produciendo atascos que obligan a los usuarios a sufrir largas colas para poder desplazarse. "Esos puestos de trabajo se deben recuperar y en ningún caso tiene que servir la situación que ha generado la pandemia a esta empresa como excusa para reestructurar la plantilla, ni como excusa para hacer o crear trabajadores que sean polifacéticos o multifuncionales", afirmó el parlamentario para quien el Gobierno del Principado "debe de actuar y revisar, sin más demora el ERTE". Por lo pronto IU transmitirá esa petición tanto al Consorcio de Transportes y al Director General de Movilidad.
Lo que está en juego, recalcó Ovidio Zapico, es algo más que un planteamiento sindical y laboral. "E transporte público en Asturias está ahora en una situación muy difícil, después de la pandemia que hemos sufrido, en esta vuelta a la nueva normalidad. El transporte público está en cierta medida estigmatizado porque hay un miedo social, ahora mismo, y puede jugar un papel que no sería nada bueno para la movilidad sostenible en nuestra Comunidad Autónoma la prepoonderancia del coche".
Para IU, es imprescindible volver a la normalidad en todo lo que tiene que ver con los servicios y las frecuencias, por lo que esa revisión del ERTE por parte de la Administración Autónoma es clave. Así, señaló Ovidio Zapico, la regulación de personal, con el cierre de taquillas, condena a la gente mayor a realizar sus gestiones en máquinas con el riesgo que supone, por las dificultades que les suponen. "Hemos visto lo que ha pasado hace años con las máquinas en las estaciones de tren: ha echado los usuarios del tren de las estaciones; dificulta a las personas mayores, enormemente, o a personas con discapacidad, el acceder a algo tan elemental para subir a un autobús como es el billete".
Ramón Carballo, miembro del Comité de ALSA pidió a la empresa la reapertura de las taquillas a horario normal, como paso para reducir con las colas de viajeros. En estos momentos, la negociación con la empresa continúa pero sin avances. "Los viajeros nos transmiten que deben abrir, atenderlos y sacar a la gente de las colas".
En estos momentos, la empresa pretende mantener el modelo acordado durante la Fase II de la desescalada, cuando se negoció la apertura de 4 horas, pero que llevaba una ampliación progresiva algo que, denunció Carballo, no se cumplió.
Por su parte, María Jesús Chacón, una de las trabajadoras de taquillas, reclamó que el Principado revise el ERTE de la Estación de Oviedo. "Hay trabajadores que están en el ERTE y sus puestos de trabajo están siendo cubiertos por otras personas dentro del grupo laboral que nunca hicieron estas funciones". Como ejemplo, Chacó se refirió a la labor de los cajeros que están haciendo personal de Rutas del Cantábrico, otra empresa de ALSA en Asturias, reconocida como grupo laboral por el Tribunal Supremo.
La forma actual de prestar los servicios supone también riesgos sanitarios para el personal según explicó Chacón. "Están cubriendo con la chica de Atención al Cliente las máquinas y creemos que eso no debería ser así. Para la salud de los trabajadores, de los ciudadanos y viajeros, deberían estar las taquillas abiertas, que tienen una protección, una mampara".
El descenso de viajeros tampoco justifica mantener la regulación. Si bien no tienen datos concretos, tanto Chacón como Carballo coincidieron en que los usuarios van en aumento, algo que se puede percibir visualmente en las colas pero también de forma empírica en la venta de billetes. "Creemos es una excusa que está poniendo para no abrirlos para conseguir otros fines como es reducir la plantilla o conseguir que los trabajadores cedan sus derechos siendo polivalentes. Por eso pedimos que el Principado tome medidas y compruebe que ALSA está mintiendo".