Se fue un gran hombre

Se fue un gran hombre

Jaime Alvarez-Buylla ha muerto:

Los medios de comunicación asturianos como es natural han dado eco de la triste noticia de su fallecimiento, ilustre doctor, conocido melómano, buen amigo de sus amigos y una referencia de trabajo y esfuerzo. Curiosidades de la vida, en el mismo tanatorio y entre anónimos pero seguro importantes fallecidos, descansaba y despedían también cientos de amigos y conocidos a Francisco Martinez Melgar, familiar y amigablemente conocido como Paco que con tan solo 62 años dejó viuda, 5 hijos y muchos amigos y hermanos.

 

Desconocido para el gran público, desconocido para los medios de comunicación, no sanó tantos cuerpos como el Dr. Alvarez-Buylla, pero si alivió, consoló y dió esperanza a tantas o más.

 

Muchas personas hoy agradecen a Paco  por haber pasado de una u otra forma por su vida, por haberle oido y conocido.

 

Tal vez estas palabras suenen extrañas y poco habituales, pero no por ello reales, no era un vidente, ni un mago, era un hombre normal, padre,marido y  amigo de sus amigos y sobre todo un hombre con una arraigada fe que le hizo junto con su mujer en un momento determinado de su vida tomar una decisión que algunos pueden tildar de loca y absurda, pero que aún hoy en dia está dando fruto en personas concretas.

 

En un momento concreto de su vida, hace más de 25 años, el matrimonio toma la decisión de dejar todo,( trabajo y casa) para irse de misioneros, el lugar: Guayaquil, (Ecuador,) un pueblo muy  humilde, pobre y peligroso, pero con un impulso de su fe, que era más grande que su valentía, allí convivieron y dieron su vida y testimonio a cientos de personas que habían perdido la esperanza y la ilusión por vivir, anunciandoles que este mundo y esta vida se acaba, pero que existe una mucho más grande que es la fe que ellos les anunciaron.

 

Personas viviendo en la desesperanza, en el hambre, la violencia, la miseria más terrible, donde no hay vida. Un matrimonio desconocido aparece, da testimonio de su vida y hace en poco tiempo brillar en aquella zona perdida del mundo un halo de luz y esperanza que aún hoy después de más de 25 años todavía perdura.

Cientos de personas cambiaron sus vidas y las reconstruyeron, matrimonios destrozados, reconstruidos, adolescentes perdidos, que pudieron encontrar un sentido a su vida, familias destrozadas unidas, tan sólo con la simple palabra de la buena noticia que Paco y su mujer pudieron transmitir a estas humildes gentes con su testimonio y forma de vivir.

 

Ya en España, en su ciudad Oviedo,( aunque era natural de León), no dejó de anunciar esa buena noticia que había ayudado a tanta gente.

En Paco encontraban palabras de consuelo y un amigo en quien confiar.

 

Tras una lucha después de muchos años contra demasiadas intervenciones médicas, el cuerpo y la mente dicen basta. La enfermedad le empieza a consumir y su cuerpo se deteriora poco a poco, pero manteniendo la inquebrantable fuerza de la fe que a tantos ha ayudado tambien en este tiempo de debilidad fisica.

 

Hincha incontestable del Real Madrid, no podré olvidar el dia que se fotografió con dos de sus idolos madridistas, Michel y Butragueño, durante mucho tiempo llevaba esas fotos en su cartera como el mayor de los tesoros.

 

Hoy el gran tesoro es que descansa para siempre en el cielo en compañía de sus seres queridos y estoy seguro que desde allí vela por su familia y los que aquí nos quedamos que mucho le quisimos y queremos.

 

Paco, descansa en Paz hermano.    

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