El piragüista extremeño Juan Antonio Valle estará en la próxima gran cita de los Juegos Paralímpicos de Tokio. Él, junto a Higinio Rivero, ya consiguieron la plaza antes del parón competitivo por culpa del coronavirus. Valle, que no se queda con un solo referente en el mundo del deporte, admite que se fija mucho “en la técnica de los mejores palistas del mundo, sobre todo de mi modalidad de sprint, y por supuesto uno de ellos Saúl Craviotto, que es un gran referente para nuestro deporte, tanto a nivel nacional como internacional”. El emeritense es consciente de la dificultad, pero tiene claro que “quiero luchar por una medalla. Sé que estoy cerca de ello y lo puedo conseguir”, ha comentado en entrevista a los medios digitales del Comité Paralímpico Español.
Reconoce que la etapa del confinamiento ha sido “francamente difícil”, pero ya han regresado a los entrenamientos y está inmensamente feliz: “Hemos probado material nuevo y estamos muy contentos con ello”. También es cierto que, aunque el confinamiento ha sido difícil para todos, él ha disfrutado mucho de su familia. “Tengo familia y dos hijos y la verdad que hemos aprovechado mucho el tiempo para estar juntos. Es más, mis hijos están tan a gusto en casa que no querían ni volver al cole”.
Amante del deporte en general, el ciclismo y el motor, son dos disciplinas que le encantan. “Desde siempre he disfrutado con ambas, si bien es cierto que tras la lesión ya lo he tenido que dejar aparcado”. No obstante, de vez cuando hace sus chapucillas como mecánico: “Es cierto que al final no deja de ser mi profesión, y a pesar de las dificultades, hago mis cosillas”.
Muy de su tierra, reconoce que Mérida “es una ciudad con un tamaño perfecto, donde disfrutamos de un espacio incomparable, en verano gozamos de una programación cultural impresionante y la verdad es que, a mí, me encanta”.
Aficionado a las series y a Netflix, aunque reconoce que “soy muy malo para los nombres y no me quedo casi con ninguna de ellas”, el mejor plan para él de fin de semana es “comer un buen chuletón de barbacoa con familiares y amigos. Eso es un placer”.
Algo más de un año tiene por delante Juan Antonio Valle para trabajar y luchar por ese objetivo que tiene entre ceja y ceja, subir al podio de los Juegos de Tokio. Y allí estaremos para contarlo