Su distribución se concentra en el litoral mediterráneo, siendo esta la mayor zona de riesgo, aunque también están presentes en algunos puntos del interior.El aumento de su población se debe al calor y la cantidad de lluvias de los últimos meses, condiciones propicias para la reproducción del mosquito tigre.La compañía especializada en control de plagas, Anticimex, ya trabaja junto a ayuntamientos y particulares para poner freno a la expansión de este insecto.
Madrid.- La cantidad y regularidad de las lluvias de estos últimos meses, sumadas al calor, han provocado un aumento exponencial de la población del mosquito tigre. Este aumento poblacional conlleva la mayor probabilidad de que llegue a zonas de la geografía española donde no es habitual esta plaga. Con todo, su presencia supone un peligro para la salud y el bienestar de la población española, por lo que muchos municipios ya han activado protocolos para hacerle frente e intentar minimizar el impacto durante la temporada de verano.
Según el doctor en entomología y experto en control del mosquito tigre de Anticimex, Mikel Bengoa, “la presencia de este insecto va a ser mayor en la costa mediterránea, pero este año va a expandirse hasta lugares donde, en condiciones normales, no se esperaría su llegada”. Siendo así, ya se ha detectado la presencia de mosquito tigre en diversas ciudades y pueblos de Andalucía o Extremadura, aunque en una densidad menor.
La temporada de actividad de estos insectos se alarga de mayo a octubre y, según lo ocurrido otros años, se suele dar el pico de actividad en septiembre, por lo que “la situación es probable que empeore en las próximas semanas”, advierte Bengoa.
Minimizar los riesgos para la salud
Las picaduras de mosquito tigre son uno de los principales problemas al que está expuesta la población, ya que disminuye nuestra calidad de vida. También puede actuar como transmisor de enfermedades graves como el dengue, el chikungunya o el Zika. Aun así, estas dolencias no son autóctonas en España, por lo que Bengoa matiza que “este año, debido a la emergencia sanitaria y al cierre de fronteras, se reduce mucho el riesgo de transmisión de estas afecciones vía picadura”. Ahora bien, “el objetivo es seguir manteniendo bajas las poblaciones de mosquito tigre para proteger la salud y el bienestar de la sociedad”, añade Bengoa.
Controlar su población es la prioridad
Los métodos de control del mosquito tigre de Anticimex pasan por distintas fases, en función de en qué etapa de desarrollo se encuentre la plaga. Mikel Bengoa detalla el proceso: “primero se analizan el lugar y los alrededores y se localizan los focos de cría, que se encuentran habitualmente en imbornales, platos para macetas, cubos, etc. A continuación, se planifican y aplican los tratamientos larvicidas, sostenibles y libres de químicos, especialmente diseñados por Anticimex. Después se procede a capturar a los ejemplares adultos con trampas masivas y se les realiza el mantenimiento necesario para que sean efectivas”.
Con todo, la prevención es clave en la lucha contra el mosquito tigre, ya que es mucho más sencillo controlar su población si todavía está en un estadio inicial. Por ello, los expertos recomiendan que, además de los tratamientos llevados a cabo por empresas especializadas como Anticimex, las personas realicen un buen mantenimiento de los lugares donde potencialmente pueden aparecer larvas. En este sentido, cualquier recipiente que retenga agua durante más de 7 días es un candidato para convertirse en un criadero de mosquitos tigre. Las urbanizaciones y las fincas con mucho jardín son los principales afectados, ya que los mosquitos tigre adultos necesitan vegetación para descansar y personas sobre las que alimentarse.