El Índice de Precios de Consumo (IPC) creció un 0,1 por ciento en mayo en Asturias respecto al mes anterior y la tasa interanual se sitúa en el -1,3 por ciento.
En el mes de mayo continúa el estado de alarma y, aunque muchos de los establecimientos comerciales han ido abriendo paulatinamente, esta apertura se ha hecho con restricciones de aforo, por lo que la recogida de precios se ha realizado de nuevo íntegramente por medios telemáticos. Además, hay parte de la cesta de productos del IPC que continúa sin estar disponible para su adquisición por los hogares.
Por tanto, el IPC de mayo, siguiendo las pautas establecidas por Eurostat, modifica parte de sus tratamientos técnicos para la estimación de los precios, para adaptarse a las necesidades de la nueva situación.
Para el cálculo del IPC del mes de mayo se han tenido que estimar el 18,6% de los precios, lo que se corresponde con un 21,0% de la ponderación del índice.
Principales resultados
La tasa de variación anual del IPC del mes de mayo se sitúa en el –0,9%, dos décimas por debajo de la registrada en abril.
La tasa anual de la inflación subyacente se mantiene en el 1,1%.
La variación mensual del índice general es del 0,0%.
El Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) sitúa su tasa anual en el –0,9%, dos décimas por debajo de la del mes de abril.
Grupos especiales COVID-19
Los precios de los productos incluidos en el Grupo especial Bienes COVID-19 registran una tasa anual del 2,8% en mayo, tres décimas menos que el mes anterior. Por su parte, la variación anual de los Servicios COVID-19 aumenta cuatro décimas, hasta el –4,0%.
Entre estos bienes y servicios destaca el comportamiento de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa anual pasa del 4,0% en abril al 3,5% en mayo, y de la energía eléctrica, que registra una variación anual del –17,0%, casi tres puntos por encima de la del mes anterior.
Evolución anual de los precios de consumo
La evolución de la tasa anual del IPC general de mayo es representativa del comportamiento de los precios en su conjunto. Sin embargo, la intensidad de la bajada de los precios de los carburantes no permite dilucidar cuál es el efecto de la COVID-19. La declaración del estado de alarma tiene una repercusión inmediata en las pautas de consumo de los hogares, debido a las limitaciones que tienen estos para acceder al mercado. Y aunque muchos de los establecimientos comerciales han abierto paulatinamente durante el mes de mayo, esta apertura se ha hecho con restricciones de aforo.
Como esta situación puede tener un efecto en los precios de los bienes y servicios que más se consumen, para facilitar el análisis de dicho efecto el INE ha calculado dos agregaciones especiales, Bienes COVID-19 y Servicios COVID-19, que muestran la evolución de los bienes y servicios que los hogares adquirieron con mayor frecuencia durante el mes de mayo. Los Bienes COVID-19 incluyen productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal.
Por su parte, los Servicios COVID-19 contienen servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, servicios de telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios.
Análisis del efecto COVID19
La tasa anual de los Bienes COVID-19 se sitúa en el 2,8% en mayo, tres décimas menos que el mes anterior. Por su parte, la variación anual de los Servicios COVID-19 aumenta cuatro décimas y se sitúa en el –4,0%.
Los productos que destacan por su influencia en los Bienes COVID-19 son los alimentos no elaborados, cuya tasa alcanza el 5,4%, un punto y medio menos que la registrada en abril. Entre ellos sobresalen las bajadas de los precios del pescado fresco y las carnes de porcino y de ave, frente a las subidas registradas en 2019.
También influye que los precios de las legumbres y hortalizas frescas, excepto patatas, bajan este mes más de lo que lo hicieron el año pasado. Por su parte, el incremento de la tasa anual de los Servicios COVID-19 se debe al aumento de los precios de la electricidad este mes, que descendieron en 2019.
Análisis IPC general
La tasa anual del Índice de Precios de Consumo (IPC) general en el mes de mayo es del –0,9%, dos décimas inferior a la registrada el mes anterior y la más baja desde mayo de 2016.
Los grupos que destacan por su influencia en la disminución de la tasa anual son:
Transporte, con una variación del –8,0%, más de un punto por debajo de la del mes anterior, consecuencia de que los precios de los carburantes y lubricantes para el transporte personal y, en menor medida, de los automóviles descienden este mes, mientras que subieron en mayo de 2019.
Alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa disminuye cinco décimas y se sitúa en el 3,5%.
Por su parte, el grupo con mayor influencia positiva es:
Vivienda, que incrementa su tasa seis décimas, hasta el –6,0%, debido a que los precios de la electricidad suben este mes, mientras que bajaron el año anterior. Además del ya comentado aumento de los precios de la electricidad, destaca también, pero de forma negativa, que los precios del gasóleo para calefacción disminuyen este mes, frente al incremento registrado en 2019.