AM Diego D
Ayer se disputó la I edición del SlalomSprint Trophy CISvial sobre un circuito de 1650 metros trazado en el interior de las instalaciones que CISvial tiene en Langreo. La prueba se desarrolló en una jornada muy lluviosa, lo que no impidió que pilotos y público disfrutasen del exitoso estreno en Asturias de esta nueva modalidad de automovilismo.
Un total de 23 pilotos de diferentes categoría tomaron parte en la competición, desde CM hasta coches de calle pasando por carcross y coches de rallyes o slalom.
Por la mañana se celebraron cuatro mangas de entrenos que permitieron a los participantes tener un primer contacto con el recorrido sobre el que, por la tarde, se disputaron cuatro mangas más. La última de ellas, que arrancó a las cinco y media de la tarde, sirvió para decidir la clasificación, accediendo a la misma todos los participantes por decisión de la organización, que quiso de este modo permitir a todos los inscritos en esta primera prueba de slalomsprint su presencia en la gran final.
El primer puesto en la manga definitiva lo consiguió Fermín Busta, que impuso su BRC por delante de otro CM de Bango Racing Cars, el pilotado por el constructor de los mismos, Jesús Bango, que volvía a competir tras seis años ausente de las carreras. Ambos ocuparon también los dos primeros puestos en la categoría Master. El podio de la general final lo completó Rubén Iglesias al volante de un Rover 114, con el que logró además la primera plaza en la categoría Junior y fue el primer vehículo carrozado de la clasificación general.
En la lucha por la victoria estuvo también otro BRC, el pilotado por Jairo Pesquera, primer clasificado en las dos mangas oficiales y que en la final cruzó la línea de meta con el mejor tiempo absoluto, pero una penalización de 10 segundos por tocar levemente el último obstáculo del recorrido le retrasó hasta la sexta posición.
En la categoría Senior el ganador fue Rubén Ramos, séptimo de la general con su VW Polo, mientras que en la categoría Novel el primer clasificado fue otro VW Polo, el pilotado por Jorge Rivas.
La prueba se desarrolló con gran fluidez y sin ningún tipo de incidente, y sirvió para demostrar las posibilidades de las instalaciones de CISvial para la práctica del automovilismo deportivo.