El cannabidiol, nombre científico que se esconde tras las siglas CBD, es una sustancia presente de forma natural en la planta del cannabis. Comparte parentesco con otras muchas sustancias que se conocen desde hace tiempo, aunque ha sido en los últimos años cuando el CBD ha saltado a la actualidad por sus supuestas propiedades medicinales. Pero, ¿es seguro realmente?
Evidencias científicas
Las dudas sobre el CBD están más relacionadas con malas interpretaciones que con la realidad. En primer lugar, hay muchos usuarios que relacionan el CBD con el uso recreativo de la marihuana que está prohibido en países como España.
Lo cierto es que el CBD no produce ninguno de los efectos que se suelen asociar a esta droga. Las alteraciones psicotrópicas son producto de otras sustancias como el THC presentes también en la marihuana, pero no se desencadenan por el uso del CBD. Por otro lado, este cannabinoide no ha demostrado ser una sustancia adictiva en ninguna de las pruebas a las que se ha sometido. Por lo tanto, hay que eliminar del imaginario colectivo las sospechas que aquí hemos analizado y dar un paso más allá para preguntarse si se trata de una sustancia beneficiosa en algún sentido.
Usos médicos
Estos usos están aún en fase de demostración, pero las evidencias empiezan a ser tan llamativas que es casi imposible no creer en que vayan a ir a más con el progreso de los estudios emprendidos hasta ahora. Quitada ya la idea de que el CBD puede ser algún tipo de droga, toca preguntarse por aquellos usos que sí son beneficiosos para una buena cantidad de personas y que están empezando a conocerse.
Uno de los principales campos de actuación del CBD es el de las patologías psicológicas. Hablamos de problemas de salud como son la ansiedad, el estrés o la depresión. En el tratamiento de las anteriores enfermedades, el aceite de CBD como el de Cibdol ha resultado ser prometedor permitiendo que se regeneren ciertas zonas del cerebro y actuando en la recaptación de la serotonina, uno de los efectos principales de ansiolíticos y antidepresivos aprobados por todos los organismos oficiales. También el CBD ha reportado buenos datos como calmante en procesos de dolor físico y como un efectivo antiinflamatorio capaz de ayudar a pacientes de muy diversas enfermedades.
Cómo se usa el CBD
Lo cierto es que esta sustancia se vende en forma de aceite con distintas concentraciones. De esta forma, lo único que tienen que hacer las personas que quieran consumirlo es diluirlo en un poco de agua antes de ingerirlo. Las dosis y la concentración están aconsejadas en cada caso. Aún se sigue avanzando en este sentido, y es que, aunque se hayan identificado algunos de los beneficios del CBD, todavía es pronto para que exista certeza en torno a su posología adecuada.
Parece claro que el CBD es completamente seguro y que, además, promete dar muy buenos resultados en el tratamiento de diversas enfermedades, por lo que no es de extrañar que no deje de ganar cada vez más adeptos.