Es el momento de cambiar de rumbo, ahora. Es el momento para una transición hacia otro modelo que recoja a la vez los aprendizajes de los últimos meses con la crisis sanitaria y de las últimas décadas con la crisis climática. Es decir, construir un modelo que permita satisfacer las necesidades de la ciudadanía, empezando por la salud y los cuidados de las personas, siempre dentro de los límites ecológicos del planeta.
No se puede, ni se debe volver a la insostenible e injusta normalidad anterior a la crisis. Más bien, se debe utilizar este momento como punto de inflexión y palanca hacia un modelo socio-económico limpio, resiliente, cohesionado y solidario. Todo lo que parecía imposible hace poco se ha vuelto posible hoy. Aprovechemos el proceso de reconstrucción social y económica para (re)pensar el mundo de mañana y (re)construirlo desde ya, sobre bases solidarias y ecológicas.
Primero, que los rescates y ayudas a empresas y sectores económicos vayan vinculados a condiciones ecológicas, sociales y económicas justas. Con el fin de no repetir errores de la crisis del 2008 cuando se privatizaron los beneficios y socializaron las pérdidas sin ningún tipo de condicionalidad socio-ecológica, las ayudas han de depender en esta ocasión de que las empresas rescatadas no operen o no tengan filiales en paraísos fiscales, cumplan con el Acuerdo climático de París, protejan la biodiversidad, paguen igual a hombres y mujeres y no paguen dividendos durante al menos 2 años.
Segundo, es fundamental plantear un horizonte y camino claros para la reconstrucción basados en la transición ecológica y justa. Las instituciones públicas tanto nacionales como europeas, junto con los agentes sociales, deben co-liderar y plantear una visión de futuro ecológica y solidaria. En base a criterios de inversión sostenible y equitativa, necesitamos crear seguridad jurídica y política así como generar esperanza en torno a esta transformación ecosocial. Las prioridades de esta Gran Transición ecológica y justa se dará con:
•Un Plan de Choque por la Movilidad Sostenible, con un fondo estatal extraordinario para el transporte público, el uso masivo de la bicicleta y la movilidad peatonal, y como objetivo abandonar la venta de coches con motor de combustión en una década.
•Una transición agroecológica del campo, con una producción y consumo relocalizado y resiliente y que ponga en el centro a lo/as agricultores, la naturaleza y la soberanía alimentaria.
•La aprobación de una Ley Estatal de Emergencia Climática que alinee la reducción de gases de efecto invernadero en base a la ciencia y el Acuerdo de París: al menos 55% de reducción para 2030 y neutralidad climática para 2040.
• Cambio de modelo de turismo, desde el actual basado en el low cost y la cantidad hacia otro basado en la calidad y la sostenibilidad.
• Un plan de reindustrialización verde y la rehabilitación masiva de edificios y viviendas.
• Recuperación de la Inversión y el gasto publico en sanidad y educación previos a la crisis de 2008 y aprobación de una Ley integral para un estado de los cuidados, con especial atención al envejecimiento poblacional, la dependencia y las familias.
Al ser muy intensivo en empleo de calidad y sostenibles, este nuevo rumbo podría generar más de 400.000 empleos netos/año de media, cubriendo ampliamente la pérdida de puestos de trabajo en los sectores insostenibles y con especial enfoque en PYMES, autónomos y cooperativas.
Eso se hará con una transición justa. Para ello, proponemos una Renta Básica de Emergencia para todas las personas residentes, con base individual y de una cuantía de un 1% superior al umbral de pobreza, que a medio plazo se transforme en Renta Básica Universal. Además, proponemos reducir la jornada laboral sin pérdida de salario a 32 horas semanales o semana laboral de 4 días.
Para financiar, necesitamos un plan de inversión sostenible sin precedentes y masivo, que movilice a nivel europeo hasta 5 billones de euros en los próximos 12 años. Para ello,planteamos junto a Los Verdes Europeos una financiación europea con una combinación de eurobonos (por valor de al menos 1 billón de euros) y nuevos ingresos de la UE provenientes de nuevos impuestos ambientales (como el ajuste en frontera del carbono, pesticidas, plástico y el impuesto al queroseno) o contribuciones de las multinacionales, particularmente del sector digital y del financiero (como el Impuesto a las Transacciones Financieras).
A nivel español, proponemos crear una tasa COVID19, de carácter puntual, a las empresas que hayan mejorado sus beneficios durante la crisis y a las personas con rentas superiores a los 80.000 euros, así como una moratoria en las grandes infraestructuras y la eliminación de los subsidios a las energías fósiles.
Por último, para llevar a cabo esta recuperación, es hora de la política cooperativa y constructiva. Los agentes políticos y los agentes economicos, sociales y ciudadanos, tenemos el deber de llegar a entendernos para construir la España y la Europa de mañana. Para ello, proponemos la elaboración participativa del plan de reconstrucción verde y justa, incluyendo en las mesas de diálogo social sindicatos y empresarios, y además a organizaciones ecologistas, feministas, ONG de desarrollo y demás actores sociales representativos de los nuevos retos del siglo XXI.