Cruz Roja de Asturias ha gestionado los dos centros con el apoyo del Principado y los Ayuntamientos y la coordinación de la Delegación del Gobierno
Desde que se decretó el estado de alarma para frenar la expansión de los contagios por COVID-19, el Grupo de Acción Social del Comité de Emergencias de Asturias ha reforzado las medidas sociales para atender a las personas socialmente más vulnerables. Este organismo, coordinado por la Delegación del Gobierno en Asturias y en el que participan el Gobierno del Principado, la Federación Asturiana de Concejos, Protección Civil, 112 Asturias y Cruz Roja Asturias, decidió a mediados de marzo poner en marcha los dispositivos necesarios para facilitar el confinamiento de las personas sin hogar que no contaban con ningún otro tipo de protección social.
Así, el 19 de marzo se habilitó el pabellón deportivo de La Tejerona gracias al ofrecimiento del Ayuntamiento de Gijón. Unos días después, el 27 de marzo, se adaptó para el mismo fin el Albergue Juvenil Ramón Menéndez Pidal, de titularidad del Gobierno del Principado.
Ambas instalaciones están gestionadas desde entonces por Cruz Roja Asturias con la colaboración de Protección Civil; los Ayuntamientos de Oviedo y de Gijón realizan labores de vigilancia en los edificios; y el Gobierno del Principado se encarga de que las personas alojadas tengan cubiertas sus necesidades alimentarias. Los dispositivos están coordinados por la Delegación del Gobierno en Asturias.
En el Grupo de Acción Social del Comité de Emergencias de Asturias ya se está trabajando en la búsqueda de soluciones para cada persona sin hogar una vez finalice el estado de alarma.
Entre los usuarios se han repartido 19.200 menús, 667 kits de higiene, 677 ayudas térmicas y 3.000 mascarillas y guantes. En estos momentos hay 90 personas alojadas entre los dos albergues temporales, y desde que se pusieron en marcha se ha atendido a 162. El perfil del usuario medio ha sido un hombre asturiano de entre 51 y 60 años sin recursos económicos.
Cruz Roja Asturias ha movilizado estas semanas a 124 trabajadores y voluntarios entre jefes de zona y de equipo, técnicos de Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias, psicólogos, trabajadores sociales, educadores de calle, técnicos de logística, de apoyo y de ambulancia. También Médicos del Mundo ha realizado labores de gestión sanitaria, de suministro de medicamentos y ha atendido las necesidades psicosociales.
Y desde hace dos semanas en ambos albergues se programan talleres socioculturales.
Se han realizado pruebas de COVID-19 a todo el personal y a los usuarios, resultando todos los casos negativos. No obstante, como medida de prevención, 12 de las personas alojadas tuvieron que ser aisladas al mostrar síntomas compatibles con los del COVID-19.
Las instalaciones han sido desinfectadas de forma preventiva en dos ocasiones.