Gijón.-El doctor Marcelo Palacios, presidente del Comité Científico de la SIBI, recordó este viernes, en conversación con ASTURIASMUNDIAL, las propuestas formuladas por esta organización científica para combatir la pandemia originada por el coronavirus y su propagación actuando desde la atenciòn primaria sobre el virus en sus estadíos iniciales de contagio en boca, nariz y ojos.
Las propuestas de actuación, se pueden consultar en el apartado CORONAVIRUS de la página web de la SIBI www.sibi.org, "Y también mi propuesta para tratar médicamente, en la boca y la nariz, a las personas portadoras de coronavirus y asintomáticas -que dirigí al Ministro de Sanidad, al Secretario General de Sanidad, al Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, a las Directoras del Instituto de Salud Carlos III y de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, y a la Organización Mundial de la Salud, OMS, sin recibir respuesta. También me dirigí al Principado de Asturias, y desde la semana pasada a las Presidentas del Congreso de los Diputados, y del Senado, a las Presidencias de las Comunidades Autónomas, con la respuesta de casi todas de ocuparse de analizar mi propuesta y en su caso de aplicarla, y a SEMFYC (Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria) y SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria)."
El pasado lunes día 4, la OMS manifestó: «Nuestra capacidad para parar el virus está relacionada con nuestra capacidad para detectar, aislar y TRATAR los casos positivos». «Tenemos que localizar los contactos de los casos positivos para comenzar una cuarentena preventiva y romper la cadena de transmisión del virus…» "Tenemos que seguir comprometidos con medidas como lavarse las manos y mantener la distancia física, no relajar las herramientas que son los pilares de la respuesta frente al coronavirus: detectar, aislar, hacer pruebas y TRATAR cada caso, además de poder rastrear cada contacto. También hay que asegurar que los sistemas sanitarios tienen la capacidad necesaria para PROVEER TRATAMIENTOS y cuidados efectivos a todo el mundo.
En la boca, la nariz (y los ojos) de los portadores positivos y asintomáticos, aislados o no (y acaso de sus contactos) durante unos días el coronavirus se replica y refuerza su capacidad infecciosa. "Hay que atacarlo ahí con los medios disponibles, para evitar que desarrolle la enfermedad y que contagie".
La atención primaria, pilar crucial del Sistema Sanitario público, continùa el doctor Palacios, "está infrautilizada ─pues sigue el Protocolo del Ministerio de Sanidad que limita sus posibilidades a la prescripción sintomática de fármacos antipiréticos, antiálgicos, etc., sin poder recurrir a los antivirales y otros fármacos disponibles (descritos en documentos de la AEMPS del Ministerio de Sanidad de 19 marzo y 16 abril) preparados en atomizadores, pastillas de absorción retardada etc., para tratamiento tópico─, lo que la lleva con frecuencia a la hospitalización de los pacientes, con el resultado de muchas muertes". El papel de la Atención Primaria es fundamental para evitar, con la prescripción adecuada, la multiplicación del virus tras su entrada en la nariz y la boca e impedir el desarrollo de la enfermedad y que se agrave." Es crucial ahora, y lo seguirá siendo si se producen rebrotes y en las pandemias o epidemias del futuro. Como lo son los servicios de Urgencias. Hay que dotarla y reforzarla con personal suficiente y protegerla con las medidas de seguridad precisas.
Por otra parte, jabón y agua, y el alcohol consiguen destruir al virus directamente en unos segundos allí donde está a nuestro alcance"
.
En la lucha común contra el coronavirus "hay que intentar por todos los medios al alcance que la pandemia acabe cuanto antes y con los menos daños posibles, fundamentalmente los humanos. Y aplicar todas las medidas fundadas de tratamiento preventivo disponible, el higiénico general y el médico antes citado en la boca y la nariz, complementado en la mayoría de los adultos con enjuagues de la boca con colutorios con el alcohol preciso para deshacer la envoltura grasa del virus y eliminarlo, como hacemos en el lavado de manos. Hay que intentarlo, es mucho lo que está en juego".
Como médico, finaliza el médico gijonés, "estoy convencido de que la aplicación masiva de estas medidas elementales reduciría sensiblemente los contagios y desarrollo de la enfermedad, reduciría los ingresos hospitalarios y fallecimientos, y sería positiva individual y socialmente."