La consejería adapta la evaluación de todas las etapas por la crisis sanitaria Las programaciones del próximo curso incluirán las enseñanzas imprescindibles que han quedado pendientes. El departamento que dirige Carmen Suárez dicta una resolución tras recabar la opinión de las direcciones de Primaria y Secundaria, las asociaciones de madres y padres y las organizaciones sindicales
Asturias.-La Consejería de Educación ha publicado las instrucciones que flexibilizan los criterios para la promoción y titulación del alumnado de 2º ciclo de Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, de modo que no se vea penalizado por las dificultades derivadas de la crisis sanitaria. El equipo docente tomará la decisión de manera colegiada “en función de la situación del alumnado, los resultados de la primera y de la segunda evaluación, las tareas realizadas durante el tercer trimestre, las actividades de recuperación y cualquier otra circunstancia específica que concurra”.
La Administración educativa recuerda que la repetición de curso siempre es una medida de carácter excepcional, y más aún en las circunstancias actuales, por lo que se adoptará tras haber agotado el resto de acciones de apoyo para solventar las dificultades de aprendizaje del alumnado. En aquellos casos en que se decida que el estudiante no promocione, el tutor o tutora informará a las familias de las iniciativas de refuerzo realizadas, justificará la decisión de que repita y elaborará un plan específico y personalizado de recuperación.
Asimismo, la resolución que irá próximamente al Bopa recoge que nadie podrá tener una nota final inferior a la obtenida hasta la suspensión presencial de las clases. Esta valoración evitará cualquier discriminación por situaciones desfavorables y también se tendrán en cuenta circunstancias de especial dificultad en los entornos familiares para responder a las tareas encargadas al alumnado. “La evaluación final se llevará a cabo en el marco de la evaluación continua, a partir de las evidencias de aprendizaje que el profesorado haya recogido de sus alumnos y alumnas antes de la suspensión de las actividades lectivas presenciales; es decir, de la primera y segunda evaluación, y del trabajo realizado durante el tiempo de suspensión de las actividades lectivas presenciales, que se valorará exclusivamente para aumentar la calificación, así como para proporcionar evidencias del grado de desarrollo de las competencias clave”, recoge el documento.
El texto especifica también que todas las sesiones de evaluación se llevarán a cabo en las fechas previamente establecidas. Además, hasta que finalice el curso, los centros educativos continuarán adaptando la programación docente a las clases a distancia. Para ello, se reforzarán los aprendizajes más relevantes y se acompañará siempre al alumnado y a sus familias con el fin de que el proceso de enseñanza continúe. La consejería valora especialmente el esfuerzo realizado ante una situación también inédita para la comunidad docente. Estas modificaciones conllevan la adaptación de los programas del próximo curso para incorporar los aprendizajes imprescindibles que no se hayan abordado ahora y que se consideren necesarios para lograr el éxito en el año académico 2020-2021. Por último, cada centro establecerá los procedimientos y criterios para que el alumnado pueda recuperar las asignaturas pendientes y mejorar las calificaciones que tenían antes de la suspensión de las clases presenciales.
Las instrucciones publicadas esta semana en Educastur complementan la normativa vigente sobre evaluación del proceso de aprendizaje. Además, su contenido ha sido previamente compartido con las direcciones de Primaria y Secundaria, las asociaciones de madres y padres y las organizaciones sindicales. El texto respeta los principios de prevalencia del interés del alumnado, la equidad y calidad del sistema educativo, la autonomía de los centros docentes y la atención a la diversidad, así como la aplicación de las metodologías más adecuadas para la situación y el derecho a la valoración objetiva del rendimiento escolar.