El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha afirmado en el Congreso de los Diputados que la lucha contra la pandemia del COVID-19 exige reforzar el sistema público de salud y el Estado del Bienestar.
Además, ha subrayado la importancia de superar lo antes posible la propagación máxima de la enfermedad y la caída de la producción y el empleo para emprender la reconstrucción económica y social.
En cumplimiento del artículo 116 de la Constitución, el presidente del Gobierno ha comparecido ante el Pleno del Congreso para informar sobre el Real Decreto por el que se declara el estado de alarma ante la emergencia causada por el COVID-19. Pedro Sánchez ha calificado esta pandemia como un "reto sin precedentes", una "amenaza global que no entiende de fronteras, colores ni idiomas" y un "desafío extraordinario que nos obliga a tomar medidas excepcionales". Frente a este virus que ha cambiado nuestra forma de convivir y crea tantas incertidumbres, ha dicho, hay que actuar con toda la fortaleza de lo público y lo colectivo.
El presidente ha explicado que ya en enero el Gobierno se puso en alerta ante el contagio y, siguiendo las directrices de los expertos, activó un protocolo de seguimiento sanitario y transparencia informativa permanente. Durante febrero y la primera semana de marzo se produjo una fase de contención que después se reforzó. Las circunstancias exigieron finalmente pasar a una fase de mitigación con un triple objetivo: anteponer la protección de las personas más expuestas a la enfermedad, blindar las capacidades del sistema sanitario y luchar contra la transmisión.
La declaración del estado de alarma -ha indicado Sánchez- es necesaria para salvaguardar la salud de los ciudadanos y proteger la estructura productiva movilizando todos los recursos disponibles bajo el principio de la unidad de acción. En este sentido, el presidente ha elogiado la actitud mostrada por los responsables de las comunidades y las ciudades autónomas -con quienes se reunió el domingo por videoconferencia- y por los líderes de los partidos de la oposición con los que ha conversado.
Pedro Sánchez ha destacado que la pandemia del COVID-19 ha desbordado las previsiones de todos, incluyendo a la Organización Mundial de la Salud, y que la respuesta ante la crisis no puede ser estática, sino dinámica. El Ejecutivo -ha añadido- ha actuado en todo momento ponderando entre el cumplimiento de las indicaciones científicas, la prevención de la alarma socioeconómica y la garantía del cumplimiento del Estado de derecho.
Reforzar el Estado del Bienestar
La primera lección de esta emergencia, ha expuesto el presidente, es la necesidad de proteger el sistema público de salud y reforzar el Estado del Bienestar: "Es el bien más precioso que poseemos como país, es la mayor conquista de nuestra democracia, junto con ella misma, es el mayor logro colectivo que atesoramos".
Sánchez ha avanzado que, cuando acabe la situación de emergencia, el Gobierno impulsará una Comisión de estudio y evaluación que analice la situación de la sanidad pública y elabore un Libro Blanco para lograr que esté bien dimensionada e implantada en todo el territorio. Además, ha subrayado que una buena sanidad requiere un uso eficiente de los recursos pero también la financiación que solo puede proveer un sistema fiscal justo. "Cuando llega una emergencia como esta nos damos cuenta con más claridad de las carencias, pero las carencias existen todos los días", ha apuntado.
El presidente ha asegurado que la pandemia está revelando igualmente la importancia de implantar al máximo la educación a distancia y subsanar en esta legislatura el retraso en la aplicación plena de la Ley de Dependencia.
Apoyo a los trabajadores, las familias y las empresas
La emergencia sanitaria -ha afirmado Sánchez- lo es también económica y social debido a la contracción transitoria de buena parte del sistema productivo y al cierre de fronteras. El objetivo es sostener durante el tiempo que dure la crisis los niveles de empleo y la estructura productiva para que pueda producirse una recuperación rápida.
El presidente ha detallado las iniciativas que ya ha emprendido el Ejecutivo para actuar en todos esos frentes. El 10 de marzo adoptó las primeras medidas de carácter económico y de salud pública; el día 12 aprobó un Real Decreto-ley para reforzar el ámbito sanitario y apoyar a las familias, los empresarios y el turismo; el día 14 decretó el estado de alarma, y el Consejo de Ministros presentó ayer un amplio paquete de actuaciones ante las consecuencias económicas y sociales del COVID-19.
"No vamos a dejar a nadie atrás, y mucho menos a los más vulnerables, a los mayores, a las familias con menos recursos, a los autónomos, a los pequeños empresarios, a los trabajadores que dependen de su nómina", ha dicho Sánchez, quien también ha recalcado que están garantizados tanto el abastecimiento de la población como los servicios esenciales.
Con ese mismo espíritu, el Ejecutivo presentará unos "Presupuestos de reconstrucción social y económica" que fortalezcan los servicios públicos y protejan a las familias y las empresas, ha anunciado Sánchez. Para la aprobación de estos Presupuestos, el Gobierno quiere contar con el apoyo y la colaboración de todas las fuerzas políticas.
El presidente ha repasado también las decisiones de los cuatro ministros designados como autoridades delegadas competentes en sus respectivas áreas de responsabilidad durante el estado de alarma (Defensa; Interior; Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y Sanidad). Entre otras medidas, ha citado el aumento del número de profesionales sanitarios, el restablecimiento de los controles en las fronteras con Francia y Portugal, la activación de la Unidad Militar de Emergencias para labores en diversas ciudades y la adecuación del servicio de transporte público.
Unidad, coordinación y responsabilidad
El horizonte -ha manifestado Sánchez- es "vencer al virus y comenzar la reconstrucción una vez que lo eliminemos". En el frente sanitario, aún quedan días para superar el pico de propagación de la enfermedad, pero cuanto antes lleguemos a ese punto más nos acercaremos a la meta final, ha expuesto. Y en el ámbito económico y social, es urgente frenar la caída de la producción y del empleo para poder relanzarlos lo antes posible.
El jefe del Ejecutivo ha llamado a lograrlo mediante la unidad política, la coordinación y cooperación de todas las administraciones y el sentido de Estado de los representantes públicos. También ha subrayado la importancia de la responsabilidad y la disciplina social. "Todos tenemos una misión. La tienen -y del máximo nivel- los profesionales de la salud que nos protegen a todos; la tienen las administraciones que debemos proveerles de recursos y coordinarnos; la tienen los mayores, que deben extremar su protección; los jóvenes, que deben mantener la distancia social y aportar su energía creativa; la tiene cada ciudadano cuidando de sí mismo y cuidando así del resto de la comunidad", ha asegurado.
Sánchez ha señalado que "lo más duro está todavía por llegar", pero se ha mostrado convencido de que los españoles superarán esta crisis dando ejemplo de resistencia, lucha colectiva y grandeza social. "Somos mucho más que cuarenta y siete millones de personas reunidas en un mismo territorio por el azar: somos una comunidad. Una comunidad que con varias lenguas y acentos combate por una misma causa: parar y vencer al virus. Unidos. Será así como venceremos", ha afirmado.