Después de la importante victoria de su equipo ante el Tenerife, el navarro reconoce que “estamos muy contentos con la victoria, era necesaria. Hay que seguir vivos y tener al alcance a todos los equipos. El Ambiente espectacular, ha sido todo muy bueno. Nos han metido, empujado y llevado en volandas, han sido clave en la victoria”.
(De realoviedo).-El Real Oviedo necesitaba ganar. Tres puntos para seguir con vida, y en la pelea para luchar por sobrevivir. Después de una semana dura, tras la derrota en Lugo, la afición no le falló a su equipo y respondió por encima del sobresaliente. Ambiente de lujo en el Tartiere para llevar a su equipo a una peleada, sufrida y agónica victoria al borde del tiempo reglamentario.
Dos cambios obligados por las sanciones en defensa, entrada de Arribas y Mossa, y vuelta de Sangalli a la titularidad de la banda derecha. Ziganda se estrenaba en el banquillo del Tartiere, y lo hizo en una primera mitad en la que salió más enchufado el Real Oviedo, pero que con el paso de los minutos comenzó a complicarse. A pesar de que el Tenerife no inquietó con claridad en ningún momento la meta de Lunin, y que el conjunto oviedista concedió poco el defensa, faltaba posesión y llegada. Un chut de Saúl, un remate de cabeza de Ortuño en lanzamiento de falta, y un golpeo directo de Tejera en balón parado fueron las más claras de la primera mitad.
En la segunda metió una marcha más el equipo de Ziganda, y también el Tartiere desde la grada. La afición animó sin descanso durante los segundos cuarenta y cinco minutos, y el equipo estuvo más cómodo en el terreno de juego. Más posesión, más combinación, sin pasar apuros en defensa y con los cambios, más peligro en ataque. Salieron Borja Sánchez e Ibra para quemar toda la artillería ofensiva, y aunque hubo que insistir, finalmente llegó el premio. En el 85, una jugada en el área del Tenerife era revisada por el VAR y terminaba en penalty. Fusilaba desde los once metros Rodrigo en el 88, poniendo el uno a cero en el marcador, y defendiendo con uñas y dientes los siete minutos de añadido una victoria que se fraguó entre el césped y la afición. Tres puntos que permiten coger aire y seguir trabajando en el próximo partido en la lucha por la permanencia, el próximo fin de semana en Extremadura.