El primer ministro griego, Papandreu, renunicia ahora a convocar el referendo popular con el que desestabilicó la economía europea en el día de ayer, y se apresta a negociar la formación de un nuevo gobierno con la oposición. Un creciente sector de su propio partido, el Pasok, se opuso frontalmente ya desde el miércoles a la propuesta del premier socialista.