El ministro destacó que a través de la Encuesta de Población Activa ya se veía que la economía se había situado en el estancamiento y los datos de hoy lo confirman: "El comportamiento estacional no es suficiente para explicarlo. Octubre es tradicionalmente un mes malo, pero sólo en el año 2008 fue peor por la situación de crisis que atravesaba Europa".

Para el titular de Trabajo e Inmigración, el descenso de la afiliación es todavía más importante que el aumento del desempleo porque da idea de la dimensión de la recaída de la actividad económica española. No obstante, el ministro mostró cierta esperanza al afirmar que el sistema de Seguridad Social se defiende aún con suficiencia financiera. "Todavía -añadió- es un sistema solvente, sólido, capaz de desenvolverse con superávit, pero que está sufriendo por cuarto año consecutivo los embates de la crisis".

El ministro resaltó el mal comportamiento de la rama de actividades sanitarias y servicios sociales y los más de 80.000 afiliados menos registrados entre septiembre y octubre en el turismo, a pesar de la gran temporada estival. Señaló también que el comercio al por menor ha registrado caída, lo que supone que las familias están ajustando el gasto.

 "Cuando comparamos este tipo de datos con las tendencias de otros momentos -dijo- podemos extraer algunas conclusiones, como que se ha detenido el flujo de reducción progresiva de la tasa de destrucción de empleo. La tendencia favorable que empezó en el invierno de 2009 se detiene en mayo del presente año. Sobre todo en los tres últimos meses, se aprecia que la economía española ha visto frenar su grado de crecimiento".

Gómez insistió en la importancia que ha tenido desde el inicio de la crisis el sector de la construcción, con una pérdida de más de 1.200.000 empleos a los que se añaden los 500.000 contabilizados en las industrias auxiliares vinculadas. "En el último año siete de cada diez empleos perdidos han sido en la construcción y dos de cada tres en este mismo sector desde el inicio de la crisis", puntualizó.

Recaída de la actividad

El ministro hizo hincapié en que los datos son malos, "sin paliativos" y nos retrotraen al comienzo de la crisis. "Hay una recaída en nuestra actividad económica y ahora estamos más lejos de la salida de la crisis". "Este parón de la actividad económica -recalcó- lo sufre gran parte de las economías europeas".

"No es posible que una economía como la europea, que sigue instalada en la depresión y que amenaza con volver a la recesión durante los próximos trimestres tenga una base monetaria, cuya expansión ha sido la tercera parte de la experimentada en el Reino Unido o en los Estados Unidos" añadió. Según el ministro, "tenemos que pensar que sólo con una política fiscal de austeridad y con reformas estructurales, sin el concurso de la política monetaria, no saldremos en España, pero tampoco saldrá el conjunto de Europa de esta situación tan delicada como la que estamos atravesando".

En su opinión, la política monetaria y fiscal debe consumir todos los márgenes posibles reduciendo los tipos de interés y expandiendo la base monetaria de la economía europea.

Finalmente, Valeriano Gómez subrayó que "restablecer el volumen de crédito, la normalidad del funcionamiento de las instituciones financieras en España y en Europa, la apelación al crédito con menos dificultades por parte de las empresas, (las grandes ya lo hacen), y sobre todo de las pequeñas y medianas, es una condición sine qua non para pensar en recuperar una senda normal del crecimiento del empleo y de la actividad  productiva para nuestro país".