Los representantes del CSIC que forman parte del comité científico del Plan de Protección Civil por Riesgo Volcánica (PEVOLCA) han trasladado a la dirección del Plan los resultados preliminares sobre los primeros piroclastos arrojados a la superficie del Mar de Las Calmas.
Los fragmentos están formados por una mezcla entre dos materiales magmáticos, uno negro (basalto) y otro blanco (traquita), que se produjo en el momento de la erupción por lo que se trata de una mezcla física entre ambos materiales sin que entre los dos haya habido reacción química.
En este sentido, cabe destacar que estas traquitas son volumétricamente poco significativas y constituyen más una anécdota que la característica principal de la erupción. En realidad por las muestras que se han ido recogiendo a lo largo de estos días, la traquita sólo estaba presente en los primeros episodios y a una razón de 1 a 10 con respecto al basalto, lo que hace que no haya intervenido en determinar el tipo de erupción resultante.
Su origen puede ser debido a una remobilización (refusión) de un pequeño resto de material traquítico por parte del basalto nuevo en su camino a la superficie. Estos procesos que no son tan raros en este tipo de volcanismo se producen en un poco tiempo (de unas horas a pocos días).
Estos resultados, aunque ya habían sido avanzados, no se habían hecho públicos porque todavía no se había completado la serie de comprobaciones que hay que hacer en este tipo de estudios, y por no considerar relevante la presencia de esa mezcla de magmas como controlador de la dinámica de la erupción.
Cabe destacar que los estudios que han aparecido publicados en los medios de comunicación durante el día de hoy corresponde a una inquietud personal del responsable de su elaboración y no a una petición formal del Ayuntamiento de El Pinar, tal y como se ha afirmado