Oviedo.-El Consejero de Cultura y Deporte del Principado, Emilio Marcos Vallaure, presenta hoy en el Museo de Bellas Artes de Asturias una obra del pintor Miguel Jacinto Meléndez, procedente de la colección madrileña García- Montañés, que se incorporará a la exposición permanente del museo asturiano como depósito temporal. Miguel Jacinto Meléndez (Oviedo, 1679- Madrid, 1734), pintor de cámara de Felipe V, fue el iniciador de una importante saga de pintores de origen asturiano, a la que perteneció su hermano menor, Francisco Antonio, miniaturista, y el hijo de éste, Luis, uno de los grandes bodegonistas de la historia de la pintura. Además de los retratos pintados a los miembros de la familia real se conocen otros 8 retratos del artista, a los que se suma el que ahora presenta el Museo de Bellas Artes.
Se trata de un retrato de medio cuerpo de D. Antonio Salcedo y Aguirre, I Marqués del Vadillo (1646-1729), en el cual el artista se ha concentrado en el rostro, que sorprende por su viveza y en el pañuelo o corbata anudada al cuello y que cae sobre el pecho. La obra, desconocida hasta ahora, se expone por primera vez en un Museo gracias a la intercesión de D. ª Elena María Santiago Páez, especialista en la obra de Miguel Jacinto Meléndez y autora de los catálogos que se editaron con motivo de sendas exposiciones dedicadas al artista en el Museo de Bellas Artes de Asturias y en el Museo Municipal de Madrid, en 1989 y 1990, respectivamente.
Los dos retratos conocidos hasta la fecha del Marqués del Vadillo son: uno, de busto y conservado en el Museo Municipal de Madrid, quizás el boceto preparatorio para un segundo retrato, una de las obras maestras del artista, de cuerpo entero y a tamaño natural, pintado para la ermita de la Virgen del Puerto de Madrid, de quien el Marqués fue fundador. El realismo, sobriedad y elegancia de esta obra, adquirida por el Museo de Bellas Artes de Asturias en 1984, conecta con los modelos de la Escuela Barroca.
Se tiene noticia que D. Francisco Antonio Salcedo, corregidor de Madrid, murió el 24 de junio de 1729, y sobre su cadáver se había sacado una mascarilla de cera que sirvió de modelo para dos retratos al óleo, al que debemos sumar este otro, inédito, y una estampa grabada que inmortalizarían la figura del personaje. Se desconoce si esta nueva obra fue quizás modelo de las dos anteriores; su descubrimiento y su ahora exposición durante tres meses, junto con el espléndido retrato de cuerpo entero, en la planta primera del Palacio de Velarde, invita al espectador a contemplar ambos retratos, exponentes del estilo de Meléndez en la última etapa de su carrera.
FOTO: Retrato de Felipe V, por Miguel Jacinto Meléndez (c. 1718 - 1722). Óleo sobre lienzo, 82 cm x 62,00 cm Museo del Prado (Madrid
