Tres trabajadores de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) murieron hoy en un atentado perpetrado contra las instalaciones de ese organismo en la localidad de Kandahar, en Afganistán. En el ataque, cometido por varios suicidas y hombre armados, también resultaron heridos otros dos miembros el ACNUR.
En un comunicado, Antonio Guterres, responsable del ACNUR, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y señaló que este ataque es una tragedia.
También dijo que el atentado pone de relieve los riesgos que corren los trabajadores humanitarios en Afganistán.
El ACNUR trabaja en ese país desde 1980 y durante ese periodo ha facilitado el retorno de millones de refugiados y asistido a las personas desplazadas dentro el país.