La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social en funciones, María Luisa Carcedo, ha insistido en su apuesta por la sanidad pública en la clausura del II ciclo 'Pacto de Estado por la Sanidad. Innovación y sostenibilidad: claves de la Sanidad del futuro'.
La ministra ha destacado los principales desafíos que afectan al Sistema Nacional de Salud (SNS). Es el caso de la "sostenibilidad política, económica y moral" del Estado de Bienestar. "Necesitamos retener el compromiso social, en especial de la clase media con el sistema porque de otro modo solo conseguiremos privatizar el riesgo social", ha advertido. "Si los servicios públicos se quedan solo para quienes no pueden pagar los privados, se deterioran", ha insistido.
También se ha referido al envejecimiento de la población, que afecta, además de a las pensiones, a la atención a la dependencia y al sistema sanitario "debido al aumento de la cronicidad y la pluripatología asociada", ha explicado.
La ministra también ha hecho hincapié en "la importante transformación del papel de la mujer". Las mujeres, pese a desarrollar sus carreras profesionales, siguen siendo en parte cuidadoras. Asumir las tareas domésticas y de cuidados, además del trabajo fuera del hogar, afecta negativamente a su salud, ha destacado Carcedo.
Otro de los retos, "que se ha hecho más evidente durante la crisis", es la limitada capacidad del sistema de protección social para lidiar con las crecientes desigualdades y la pobreza. Carcedo ha recordado que hasta el año 2006, el SNS "era una herramienta de justicia social muy potente que contribuyó a la disminución de la desigualdad".
Carcedo ha apuntado que "las políticas de austeridad redujeron muy llamativamente la capacidad del sistema sanitario y de los servicios sociales para garantizar una mayor igualdad de oportunidades". En especial se ha referido a la des-universalización del SNS y a los recortes en dependencia y en servicios sociales; los recortes en la atención primaria de sanidad y a la introducción de nuevos copagos.
La ministra ha destacado el desafío que suponen la globalización y el cambio climático. "Según la Organización Mundial de la Salud, los determinantes ambientales de la salud son responsables del 20% de la mortalidad total y del 25% de la carga total de la morbilidad", ha destacado. Además, el Banco Mundial estima que la contaminación del aire tiene un coste para la economía global de más de 5 billones de dólares.
Por otra parte, la ministra se ha referido a la introducción de la tecnología y la innovación como "una oportunidad para mejorar la salud y la eficiencia del SNS, pero que también pone sobre la mesa desafíos relevantes", ya que el cambio tecnológico explica una parte muy importante del gasto sanitario público, ha explicado.
Carcedo también ha reivindicado el papel del Ministerio como creador de las condiciones para que los agentes económicos puedan desarrollarse, innovar y competir alrededor de los sistemas sanitarios y de servicios sociales. "Solo el sector de los productos tecnológicos, cuyo principal cliente es el SNS, crea 24.200 empleos directos en distintos lugares del territorio nacional", ha puesto como ejemplo.
La ministra ha insistido en la necesidad de seguir avanzando en la racionalización en las decisiones, en la inclusión de prestaciones con criterios de coste-efectividad, valor terapéutico y eficiencia del sistema, guiada por la evaluación sistemática y transparente de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Anitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud (REDETS). "Un SNS ineficiente no es útil ni para la ciudadanía ni para la industria porque será insostenible", ha justificado.