La investigación del IGME concluye que dos terremotos afectaron al yacimiento durante su construcción generados en fallas próximas al yacimiento
Madrid.-“Desde hace décadas una de las preguntas que se han cuestionado tanto los equipos de investigación que
han trabajado en Machu Picchu, como sus gestores, es si el yacimiento pudo ser afectado por terremotos o
si lo será en el futuro. Esta pregunta no es banal, ya que Perú es uno de los países de Sudamérica con mayor
actividad sísmica. Algunos autores ya habían apuntado sobre esta posibilidad, pero no había ningún estudio
arqueosismológico que lo demostrase. En este trabajo presentamos las primeras evidencias cuantificadas de
los efectos de terremotos en el Yacimiento Arqueológico de Machu Picchu, Patrimonio Mundial de la
UNESCO”, indica Miguel Ángel Rodríguez Pascua (https://www.researchgate.net/profile/Rodriguez-Pascua),
científico titular del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y autor de la investigación publicada en la
prestigiosa revista “Journal of Seismology” (https://link.springer.com/article/10.1007/s10950-019-09877-4).
La metodología aplicada en este trabajo se creó en España por un grupo de investigación formado por el
Instituto Geológico y Minero de España en colaboración con universidades como la USAL, UAM, UPM y UAH.
El trabajo llevado a cabo en Machu Picchu se ha desarrollado gracias a un proyecto liderado por el Instituto
Geológico, Minero y Metalúrgico de Perú (INGEMMET), en colaboración con el IGME, Instituto de Ciencias
de la Tierra de Grenoble (Francia), Universidad de Jena (Alemania) y la Universidad de Oxford (Reino Unido).
Esta metodología permite discriminar en los yacimientos arqueológicos las deformaciones de origen sísmico
(conocidas como efectos arqueológicos de terremotos, o Earthquake Archaeological Effects, EAEs) de otro
tipo de deformaciones como las producidas por simple ruina.
En el estudio se han podido identificar dos terremotos que afectaron al yacimiento durante su
construcción, ya que las deformaciones que produjeron son anteriores al cambio de tipo constructivo que
muestran los edificios a lo largo de su construcción. Los EAEs solo aparecen en la primera fase constructiva
compuesta principalmente por una sillería de excelente factura (creada como construcción sismorresistente),
mientras que la segunda fase constructiva ya es de mampuesto de menor calidad y aparece sin deformar.
Algunas fracturas penetrativas en los bloques de sillería de la primera fase constructiva no continúan en la
parte del muro de mampuesto, lo que nos permite fechar los EAEs como anteriores al cambio del tipo
constructivo. También se han podido diferenciar efectos de movimientos de ladera que han producido
deformaciones en el yacimiento (en algunos casos ya estudiados desde hace tiempo y con monitorización
de los mismos por parte del Parque Arqueológico) de los efectos que produjeron los terremotos. Igualmente
se ha podido determinar que los terremotos que afectaron a Machu Picchu no proceden de la lejana
zona de subducción de la costa peruana, sino que se generaron en fallas próximas al yacimiento.
Estas evidencias de Efectos Arqueológicos de Terretomotos (EAEs) en Machu Picchu contribuyen a
aumentar el conocimiento de la historia de este yacimiento y podrán ser usadas para tomar medidas
preventivas que protejan esta joya de la arqueología mundial en futuros terremotos, además de ser un
modelo para poder ser aplicado en otros lugares Patrimonio de la Humanidad.
Imágenes.
Foto . – Imagen de
Miguel Ángel
Rodríguez Pascua en
el Templo del Sol
midiendo las esquinas
fracturadas
provocadas por los
terremotos en los
bloques de sillería.
Los
investigadores en el
Templo Mayor
analizando los
desplazamientos por
movimientos lentos
de ladera (creep).
Más información.