Asturias.- Más de la mitad de las familias asturianas opta por la lactancia materna para sus bebés al abandonar el hospital. En los últimos tres años, el porcentaje ha ido aumentando paulatinamente y cada vez son más las madres que eligen este tipo de alimentación durante los primeros meses de vida de los recién nacidos. La Consejería de Salud maneja dos indicadores para conocer esta evolución: la tasa de recién nacidos alimentados en exclusiva con lactancia materna en el momento del alta hospitalaria, que este año alcanza el 55,55%, y esa tasa en el cuarto mes de vida, que llega al 34,9%. En 2018, estas cifras se situaban en el 54,24% y el 32,65%, respectivamente y, en 2017, en el 48% y el 32,61%.
Para fomentar la lactancia materna es fundamental la divulgación de conocimientos, así como el apoyo físico y emocional a las madres y a las familias, que eligen libremente este tipo de alimentación. Salud también trabaja con otros indicadores que ayudan a promover la lactancia y que están relacionados con el vínculo afectivo entre la madre y el bebé en las primeras horas de vida. En este sentido, se han impulsado iniciativas como el programa de inicio precoz de la lactancia materna en el paritorio y el contacto piel con piel.
Dentro de esta línea de trabajo, el área VIII, con cabecera en Langreo, cuenta con una guía de buenas prácticas cuya implantación comenzó en 2015 y se completó el año pasado. Actualmente, están realizando el mismo proceso las áreas V (Gijón), VI (Arriondas) y VII (Mieres). Con motivo de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que se celebra a partir de mañana bajo el lema Empoderémonos, hagamos posible la lactancia materna, las ocho áreas del Servicio de Salud organizan diferentes actividades para concienciar a la población de la importancia de este tipo de alimentación, que aporta numerosas ventajas nutricionales frente a las leches artificiales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna de forma exclusiva durante los primeros seis meses de vida y complementada con otros alimentos, al menos, hasta los dos años.
