Exceso de pesca, degradación de las zonas costeras, contaminación, retroceso de la biodiversidad marina… frente a las amenazas que acechan a los océanos, cuatro organismos de Naciones Unidas presentarán el 1º de noviembre un plan para mejorar su gobernanza y limitar su degradación.
Unescopress.- El acto de presentación, titulado “Reforzar la viabilidad de los océanos litorales y reverdecer la economía azul” será inaugurado por la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, en presencia de la Secretaria Ejecutiva de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI), Wendy Watson-Wright, tendrá lugar al margen de la 36ª reunión dela Conferencia General de la Organización. Su objetivo es recordar a los Estados la necesidad de renovar sus compromisos políticos de preservación de los océanos pocos meses antes de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el desarrollo sostenible que tendrá lugar en Río de Janeiro en junio de 2012 (RIO+20).
Este acto será también la ocasión de presentar el Plan para la Sostenibilidad del Océano y el Litoral (A Blueprint for Ocean and Coastal Sustainability), un documento elaborado conjuntamente por la COI, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Marítima Internacional.
Este documento, que presenta un balance alarmante sobre el estado de los océanos, formula una serie de recomendaciones a los delegados que negociarán la declaración final de la Conferencia de Río. Entre ellas figuran la necesidad de luchar contra la acidificación de los océanos o el retroceso de la biodiversidad y de poner en marcha mecanismos institucionales más eficaces para proteger el litoral y los océanos. Los representantes de los cuatro organismos de Naciones Unidas expondrán las diez propuestas que contiene el Plan.
Actualmente, sólo algo más del uno por ciento de los océanos, que representan 70% de la superficie de la Tierra, están protegidos. 60% de los principales ecosistemas marinos están deteriorados o se explotan en exceso. Por ejemplo, los manglares han perdido entre 30 y 50% de su superficie inicial, en tanto que los arrecifes coralinos han retrocedido un 20%, lo que fragiliza las zonas costeras muy pobladas. Los océanos, que absorben casi 26% del dióxido de carbono que se emite a la atmósfera, están confrontados a un fenómeno de acidificación que amenaza a algunos tipos de plancton y, como consecuencia, a toda la cadena alimentaria.