Mare la Chaux alberga fósiles de tortugas, lagartos gigantes y dodos
Los restos recuperados tienen una antigüedad de cerca de 12.000 años
Un equipo internacional de científicos con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha estado trabajando en el yacimiento de Mare la Chaux, ubicado en el norte de Isla Mauricio. Se trata de un yacimiento único, según los investigadores, para conocer cómo era el ecosistema en el que vivió el dodo, una especie de ave endémica de la isla que se extinguió en el siglo XVII, y otros animales ya desaparecidos que poblaron esta isla del Océano Índico.
En la campaña, liderada por Museo de Historia Natural de Londres (Reino Unido), se ha podido confirmar que el yacimiento contiene una alta densidad y diversidad de restos de animales ya extintos, unos 600 huesos por metro cúbico, muy por encima del yacimiento de Mare aux Sognes, ubicado en el suroeste de la isla y que era, hasta ahora, el principal yacimiento de Isla Mauricio y del cual provenían la mayoría de especímenes fósiles de dodo encontrados. “Estos hallazgos permitirán reconstruir cómo era el entorno anterior a la presencia del hombre en la isla”, apuntan los científicos.
“El descubrimiento de este yacimiento nos proporciona una visión de los efectos a largo plazo del cambio ambiental y climático sobre el ‘mundo perdido’ en el cual vivió el dodo antes de la llegada de los humanos a principios del siglos XVII”, afirma Julian Hume, paleontólogo del Museo de Historia Natural de Londres y director de la excavación. Los huesos encontrados hasta el momento pertenecen a ejemplares de tortugas y lagartos gigantes. También se han recuperado restos óseos de algunos ejemplares de dodos. Asimismo, los investigadores han recogido muestras fósiles de polen y semillas a partir de las cuales se podrá reconstruir la vegetación de los bosques en los que vivieron estos animales.
“Es muy excitante ya que, por primera vez, disponemos de huesos de dodo bien datados y asociados en el tiempo con otros animales y plantas, lo cual nos ayudará a entender cómo era el entorno en el que vivía esta ave hace miles de años, antes de la llegada del hombre. Es un lugar clave para entender el impacto de los humanos sobre la naturaleza de la isla”, explica Delphine Angst, investigadora de la Universidad de Bristol (Reino Unido). Se estima que los restos recuperados tienen una antigüedad de unos 12.000 años, lo que convierte a este yacimiento en uno de los más antiguos del Océano Índico occidental. El registro fósil del yacimiento ayudará a los investigadores a entender cómo han evolucionado los bosques de la zona a lo largo de los últimos 12.000 años y evaluar el impacto del cambio climático y la actividad de los ciclones.
“Hasta ahora sabíamos muy poco acerca de las dinámicas naturales de las tierras bajas de la isla. Mare la Chaux es el primer lugar para estudiar la ecología a largo plazo de estos ecosistemas ricos y densos, y conocer el impacto del cambio climático a lo largo de los últimos 12.000 años”, indica Erik de Boer, investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera. El yacimiento de Mare la Chaux fue descubierto por los científicos en 2015 a raíz de la descripción de un pantano encontrado en un artículo publicado en 1832 en la revista Rapports Annuels de la Sociedad de Historia Natural de Isla Mauricio y en el cual se hacía referencia a la facilidad con la que se podían extraer los huesos.
En la campaña de excavación han participado también investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y científicos locales. Se ha contado, además, con la colaboración entre el National Heritage Fund de Mauricio y la compañía azucarera Constance La Gaieté Co., propietaria de los terrenos en los que se encuentra la excavación.