Esta madrugada, la del domingo, 30 de octubre, finaliza el horario de verano establecido en todos los países miembros de la Unión Europea, por lo que los relojes deberán retrasarse una hora (a las 03.00 h serán las 02.00 h), en cumplimiento de la Directiva Comunitaria que rige el denominado "Cambio de Hora".
El "Cambio de Hora" comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.