Dos pinchazos sufridos por Sébastien Ogier y Julien Ingrassia en el temido campamento militar, donde los neumáticos están expuestos a dañarse por la presencia de numerosas piedras afiladas, les hicieron bajar a la octava posición al final de la jornada, perdiendo así toda esperanza de subir al podio. En séptimo lugar, Esapekka Lappi y Janne Ferm demostraron durante la etapa, que el C3 WRC ha mejorado sobre asfalto.
La etapa que se disputa con especiales que pasan por el campo militar de Baumholder suele ser decisiva, y a veces es incluso una lotería. Y la edición de 2019 no ha sido una excepción. Después de un bucle por la mañana en la zona de Saarland donde no hubo muchas diferencias entre unos y otros, por la tarde, sobre unos tramos de asfalto muy abrasivos y llenos de piedras, por donde suelen pasar tanques militares, se produjo el “drama”.
Después de defender con uñas y dientes su tercera posición en la primera pasada, aunque llevaban unos reglajes que no eran del todo de su agrado, Sébastien Ogier y Julien Ingrassia comprobaron como por la tarde se les escapó su buena suerte. Un pinchazo lento durante la primera pasada por el tramo de Panzerplatte (41,17 km) significó perder su tercera posición, pero aún estaban a solo cinco décimas del podio y a 3”1 del segundo lugar. Con unos reglajes aún mejores para el último bucle del día, tenían grandes esperanzas de recuperar su posición. Por desgracia, primero se vieron perjudicados al calar el motor en la ES14, y luego otro pinchazo, les costó más 1’30” en la nueva pasada por Panzerplatte, mientras que el primer tiempo intermedio fue positivo. Tras bajar al final de la jornada al octavo lugar, los seis veces campeones del mundo se centrarán ahora en marcar el mayor número posible de puntos.
Tras un buen comienzo esta mañana, con un segundo mejor tiempo a solo 0''5 del scratch en la ES 9, Esapekka Lappi y Janne Ferm estaban a solo 4''6 del sexto lugar. Pero una frenada tardía en una parte sucia de la ES10, provocó que hicieran un trompo y perdieron 20”1. A pesar de bajar a la octava posición, no se desmotivaron, como lo demostró el marcar otro segundo mejor tiempo en la siguiente especial. Aprovecharon lo que restaba de etapa para trabajar con el equipo técnico en los reglajes del C3 WRC para el futuro. Un trabajo que dio recompensa al marcar un quinto mejor tiempo en la segunda pasada por Panzerplatte (+ 9''9 en 41,17 km). A falta de 79,5 kilómetros de recorrido, con dos pasadas por el tramo de Grafschaft (28,06 km) que atraviesa los viñedos del Mosel, la última etapa será larga.
Pierre Budar, director del equipo Citroën Racing “Ha sido un día duro para Sébastien y Julien, demostrando una vez más un espíritu de lucha ejemplar. Perdieron su buena posición tras ser las víctimas principales de las especiales características del tramo cronometrado de Panzerplatte. Esapekka y Janne mostraron el progreso logrado en el C3 WRC y nuestra carrera ahora está comprometida, por lo que llevaremos a cabo una sesión de pruebas a gran escala con la esperanza de continuar en esta dirección, porque claramente estamos mejorando”.
Sébastien Ogier, piloto del equipo Citroën Total WRT “Sin duda alguna ha sido un día complicado. Sabíamos que el campo militar de Baumholder iba a ser una lotería, y por desgracia es el segundo año que tengo allí mala suerte. Es una pena que el coche haya mejorado y no haberlo podido aprovechar”.
Esapekka Lappi, piloto del equipo Citroën Total WRT “Ha sido una etapa larga y dura, pero logramos mejorar el coche en esta superficie, incluso con problemas de agarre en el tramo de Panzerplatte. Sin embargo, fue mejor en la segunda pasada, aunque no es suficiente, pero seguiremos en esa dirección”.
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