La nueva película del maestro portugués llegará a Gijón tras ganar el pardo de oro y el premio a la mejor actriz en el prestigioso festival de Locarno

Gijón/Xixón.- Una de las voces más indiscutibles y admiradas del audiovisual mundial, la del portugués Pedro Costa, podrá ser escuchada en el Festival de Cine de Gijón/Xixón que celebrará su 57ª Edición el próximo noviembre, entre el 15 y el 23 de dicho mes. Pedro Costa continúa en Vitalina Varela con su línea autoral preocupada siempre de dar voz a los individuos desplazados por la sociedad burguesa, especialmente a los inmigrantes llegados a las barriadas lisboetas. Es aquí, en la capital portuguesa, más concretamente en el arrabal de Fontainhas, donde Costa ha encontrado el paisaje visual y humano que ha dado luz a sus imágenes desde En el cuarto de Vanda (No quarto da Vanda, Pedro Costa 2000) y que en su último trabajo se muestra más fantasmagórico y evocador que nunca.

El reconocimiento internacional a las aportaciones de Costa al mundo del Séptimo Arte en la actualidad ha sido refrendado por los diferentes galardones que el autor luso ha recibido a lo largo de su carrera. Festivales como Cannes, Cinema du Reel, Mar del Plata, Munich, Tesalónica o el propio Locarno (donde han sido premiados tres de sus anteriores trabajos además del Pardo de Oro y el galardón a la mejor actuación femenina concedido a Vitalina Varela en este 2019) dan fe de la continua experimentación de Costa en torno a la sintaxis y las formas de las imágenes en nuestro tiempo. Gijón y su festival han sido, desde un primer momento, rendidos admiradores de la maestría del creador de Juventude em marcha, siendo el FICX el primer certamen español que ofreció una retrospectiva de su obra, allá por el año 2000.

El mundo de la crítica también ha sido unánime en su aclamación de los filmes del realizador lisboeta. Una gratitud que se repite en el caso de Vitalina Varela, sobre la que cabeceras como The Hollywood Reporter dicen que “… consigue desarrollar una labor magistral al igual que lo que conseguía el maestro Jacques Tourneur en Retorno al pasado, La mujer pantera o Yo anduve con un zombie…”

La web especializada IndieWire menciona, por su parte, cómo “el misterio y la maravilla de la forma de rodar de Pedro Costa desafían cualquier otra categoría que no sea la suya propia”, y acerca su arte al del cineasta húngaro Béla Tarr o al de la pintura renacentista. Finalmente, el crítico español Manu Yáñez expone en su texto para Otros Cines Europa cómo la monumentalidad de los fotogramas de Vitalina Varela la conectan con el cine clásico de John Ford: “… Costa, con su actualización digital del formato académico es, probablemente, el único cineasta contemporáneo capaz de mirar de tú a tú a la monumentalidad crepuscular del cine de John Ford. Así certifica Costa la magnitud cinematográfica de Vitalina Varela. Una película que camina al ritmo de sus personajes, una obra de estómagos vacíos y voluntades obstinadas. He aquí la nueva obra maestra de un artista comprometido con la grandeza del cine y del espíritu humano. Un hombre no reconciliado con las injusticias de nuestro tiempo.”