Desde el 23 de octubre y durante 13 días se realiza en Uruguay la recreación de “La Redota, marcha del bicentenario”. El hecho histórico es también conocido como “Éxodo del pueblo oriental”. La marcha está organizada por la Comisión del Bicentenario junto a intendencias y aparcerías de San José, Flores, Soriano, Río Negro, Paysandú y Salto.
La recreación, que cuenta con el apoyo logístico del Ejército Nacional para el armado de campamentos y la alimentación, partió de Paso de los Carros – San José – y recorrerá 536 kilómetros antes de llegar al Ayuí el sábado 5 de noviembre.
La Redota
Para los marchantes de La Redota el día comienza muy temprano, pero también comienza con mucha expectativa para aquellos que se encuentran en los alrededores de su trayecto.
Cardona, con cerca de 6.000 habitantes, conserva todavía rasgos típicos de pueblo pequeño. Al conocer que La Redota pasaría por sus calles, los pobladores se prepararon para “la fiesta”.
Los integrantes de La Redota visitan las escuelas que se encuentran en el trayecto, allí obsequian bibliotecas, plantan Ibirá-pita, intercambian moñas y los niños entregan cartas, escritas por ellos mismos destinadas a niños del futuro.
El 26 de octubre los jinetes de La Redota visitaron la Escuela Nº 54 de Cardona. Un día después, el jueves 27, representantes del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) pasaron por la misma escuela para ver qué había quedado de la experiencia.
Georgina, Agustín, Juan Manuel, Sofía, Belén, Pamela, Matías, otra Sofía, Candela y Emiliano son alumnos de la escuela. Entusiasmada, Georgina contó que fueron al Paso de los Carros porque hicieron un rancho que será quemado después, “fuimos a ser parte de embarrarlo y los que fuimos embarramos todo”.
Todos al unísono dijeron que siguieron la marcha "un ratito", aplaudieron y estuvieron contentos. Lo que más les sorprendió fue la cantidad de personas y de caballos. “Ahora nuestro maestro nos decía que habían muchos más caballos en la marcha del Éxodo, porque habían alrededor de 500 personas y en el Éxodo, el día en verdad cuando fue, había 700 familias”, nos explica Agustín. Otro manifiesta con conocimiento haber estudiado que antes eran “siete integrantes por familia, la familia era numerosa y ahora son cuatro”.
Gabriela es maestra de la Escuela Rural Nº 80 Rutas del Tala. Relató que después del mediodía, el entusiasmo en los niños se acrecentó ya que se acercaba la hora de la llegada de los marchantes: “Se vivió con mucho entusiasmo, con mucha ansiedad e interés, estaban muy contentos esperando la marcha porque también participaron de ella. Prepararon la vestimenta, todo el atuendo y estaban muy ansiosos con la llegada, les intrigaba el tema de la moña, les entusiasmaban los libros también, porque se enteraron que les obsequian una biblioteca”.
Vivir la experiencia
En el campamento del mediodía, en la Estancia San Juan, Carlos Cal, que vino desde Palmitas, contó su experiencia en la marcha: “Acá estamos juntas las dos aparcerías, una de Cañada Nieto que es El Fogón de Cañada Nieto, y la aparcería del pueblo Palmita que es El Fogón de los Troperos, acompañamos la marcha más que nada, y algunas veces andando a caballo también”.
Carlos agregó que participar en esta recreación le hace sentir “recontra bien", porque hace lo que le gusta, estar con amigos, hacer nuevas amistades con personas de otros departamentos que han venido y que tienen aparcerías. "Esto no se va a dar nunca más y es una experiencia muy importante que están teniendo las aprcerías, es un orgullo por la patria y por lo que estamos rememorando”.
Airon, un niño de 9 años, participó en la marcha a caballo, también por el Fogón de Cañada Nieto, vino acompañado por Mariela, su profesora de guitarra. Airon manifestó que se siente orgulloso al hacer el recorrido que hizo el Gral. José Artigas.
Para Mariela, con varias marchas en su haber, La Redota es la más importante. “Para mí y para todos mis compañeros, creo que es lo máximo que vamos a vivir porque 200 años no lo vamos a volver a hacer y el compañerismo de otras instituciones y de otros departamentos que han venido, eso es lo más lindo, porque se ha formado una familia”, aseguró.
Tanto maestros como aparceros coinciden en que es de gran importancia el estar formando parte de este momento, el estar viviendo el Bicentenario
