En el Año Internacional de las Lenguas Indígenas, Palacios reivindica además la oficialidad del asturiano
Cada 9 de agosto se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, en conmemoración de la primera reunión del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas celebrada en Ginebra en 1982. Según datos de Naciones Unidas, los pueblos indígenas representan 370 millones de personas, en más de 5.000 grupos distintos en 90 países y hablan aproximadamente unas 7.000 lenguas del mundo.
Son más del 5% de la población mundial, encontrándose entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables, y representando el 15 por ciento de las personas más pobres del planeta, sufriendo a lo largo de la historia la violación de sus derechos individuales y colectivos. Este 9 de agosto de 2019 será dedicado a las lenguas indígenas, coincidiendo con la proclamación de este año como Año Internacional de las Lenguas Indígenas.
Desde Podemos Asturies, a través de su diputado en el Parlamento asturiano Rafael Palacios, “reconocen sus identidades, su cultura y forma de vida, y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales. Los pueblos indígenas han heredado y practican culturas y formas únicas de relacionarse con la gente y el medio ambiente. Según datos de la ONU, la gran mayoría de las lenguas en peligro son habladas por los pueblos indígenas. Cada dos semanas muere una lengua indígena, poniendo en riesgo sus respectivas culturas y los sistemas de conocimiento que aportan”.
Por ello, también en este Día, continúa el diputado, “queremos reivindicar la oficialidad de nuestra propia llingua y recordar la obligación que tenemos de preservarla, revitalizarla y promoverla”. Rafael Palacios reclama también “el cumplimiento de la Estrategia Asturiana con los Pueblos Indígenas para la Cooperación al Desarrollo, aprobada en el año 2010, abandonada y olvidada por el gobierno asturiano. Este instrumento normativo, reconoce que los pueblos y naciones indígenas son portadores de una inmensa y reconocida riqueza espiritual, cultural y de respeto a la Tierra.
Al mismo tiempo, denuncia la opresión, sometimiento y exclusión política, económica, social y cultural que padecen, reflejo de una exclusión histórica con base en el colonialismo y la explotación tanto de las personas como de los territorios”. Por último, el parlamentario considera que “para abordar la Agenda 2030 y todas las demandas de la emergencia climática en la que vivimos, es imprescindible considerar las propuestas de los pueblos indígenas: su sabiduría, capacidad de resistencia y rebeldía, además de dar respuesta a nuestros problemas urgentes, nos alientan a defender la vida, a preservar y cuidar el planeta.
