José Pichel Andrés/DICYT Científicos de la Universidad de Salamanca, en colaboración con la Universidad de Sao Paulo y la compañía petrolera Petrobras se disponen a iniciar una investigación sobre los fondos marinos que se encuentran en el océano Atlántico frente a las costas de Brasil. El objetivo científico es analizar la evolución climática de esta zona en los últimos 100.000 años, aunque a la larga los datos que se obtengan permitirán a la empresa brasileña conocer mejor las características de una zona en la que se ha encontrado una de las mayores reservas de petróleo del mundo, información útil de cara a futuras perforaciones.

El Grupo de Geociencias Oceánicas de la Facultad de Ciencias de la institución académica salmantina lleva años trabajando con el Instituto Oceanográfico de Brasil de la Universidad de Sao Paulo, que a su vez colabora con la compañía Petrobras, pero ahora se presenta una oportunidad de afianzar estas relaciones a través de los proyectos conjuntos que van a financiar las dos universidades. "Vamos a aprovechar material de Petrobras para hacer reconstrucciones climáticas de los últimos 100.000 años pero con especial énfasis en el Holoceno, es decir, aproximadamente en los últimos 10.000, en la Bahía de Santos, una región poco explorada", señala en declaraciones a DiCYT José Abel Flores Villarejo, científico del Departamento de Geología de la Universidad de Salamanca que lidera la iniciativa por parte española.

La razón de que hasta el momento no se haya estudiado adecuadamente esta zona es que los materiales que los científicos podían encontrar en los fondos marinos no son idóneos para estudiar el clima a través de los sedimentos, ya que se encuentran removidos. De hecho, en una campaña con el buque oceanográfico español Hespérides que tuvo lugar en 1993 se extrajeron materiales, pero "no sirvieron de nada", asegura el científico. La diferencia ahora es que, después de mucho perforar en busca de petróleo, la compañía Petrobras ha tenido acceso a una cuenca que está sin alterar, con lo cual los investigadores disponen de sedimentos sin remover. Técnicamente, estos sedimentos recuperados se denominan "testigos" y en esta ocasión han sido recuperados a unos 2.000 metros de profundidad.

A raíz del convenio firmado por las dos universidades, "haremos una reconstrucción climática de alta resolución en las costas brasileñas", indica el científico. En este contexto, el término "alta resolución" indica que se va a obtener una gran cantidad de datos en relación al espacio de tiempo que se estudia. El material ya está de camino y está previsto que se realicen análisis de micropaleontología y geoquímica isotópica, es decir, que se investigarán fósiles microscópicos y la concentración de elementos químicos de las muestras. Gracias a esta información, los expertos pueden deducir cómo era el clima de una determinada época, ya que entre los fósiles encuentran especies que sólo sobreviven en ciertas condiciones.

"Vamos a estudiar la variabilidad climática y nuestras publicaciones van a ser de reconstrucción climática, ver cómo ha sido el clima allí y compararlo con registros de hielo en la Antártida y con testigos que tenemos en otros puntos del planeta, incluido el Atlántico oriental", apunta José Abel Flores.

Abundante petróleo

Además, conocer mejor los sedimentos marinos que albergan grandes cantidades de petróleo es del máximo interés para Petrobras. "Una de las bolsas de petróleo más importantes del mundo está allí. Hasta hace poco sólo se explotaban las bolsas superficiales, pero hicieron catas más profundas y nuestros testigos proceden de ese trabajo", indica el investigador zamorano.

La compañía está interesada en estudiar "zonas potenciales de petróleo" y estos análisis pueden ayudar mucho. "En ocasiones sólo podemos ver si se dan las condiciones adecuadas para que pueda haberlo", comenta José Abel Flores, es decir, si geológicamente un lugar es equivalente a otro donde ya se ha encontrado el combustible.

El científico destaca que Petrobras cuenta con sus propios grupos de investigación y financia a las universidades para tener investigadores haciendo que hagan no sólo exploraciones, sino también Ciencia básica que en un momento dado pueda explotar. "Hacen estudios de medio ambiente y cambio climático porque saben que en un determinado momento les va a reportar beneficios", asegura. Aunque las técnicas que utilizan todos los científicos en este campo son parecidas, basadas en micropaleontología y geoquímica isotópica, hasta ahora no se ha logrado una resolución muy alta en los estudios vinculados al petróleo

FOTO: José Abel Flores, en su despacho