Como uno de los mejores comparadores financieros disponibles en español, LoanScouter es una empresa que se esfuerza en promover la cultura financiera del público general. Para ello, han contactado con nosotros y aquí comparten seis mitos sobre los préstamos que no se ajustan a la realidad.

Vamos con ellos:

1 Siempre es mejor no pedir nada si uno se lo puede permitir

Cuando uno nunca se ha endeudado, hacerlo por primera vez siempre genera respeto. Sin embargo, hay ocasiones en las que puede ser una decisión racional.

Por ejemplo, puede darse el caso de que tengas una inversión que pronto se va a liquidar, pero necesites el dinero ahora mismo. Si el interés que te reporta la inversión es mayor que el que te hace pagar el préstamo, puede ser mejor conservar la primera y pedir el segundo, que cancelar la inversión de forma anticipada.

2 Afectan negativamente a tu historial de crédito

Esto solo es cierto si no se paga a tiempo. Si se devuelve el préstamo dentro del plazo, dicho préstamo afectará positivamente al historial porque el consumidor estará mostrando rentabilidad.

3 A la entidad le interesa que no pagues para cobrarte comisiones

 Incluso en aquellas modalidades de préstamos de consumo que tienen comisiones más altas, lo normal es que el prestamista prefiera que pagues a tiempo.

El margen de los préstamos ya es suficientemente generoso como para que no necesiten cobrarte más comisiones. Si no les pagas, siempre tienen el riesgo de no cobrar nada y más vale pájaro en mano que ciento volando

4 Tienen comisiones ocultas

Esto podía ser cierto en el pasado, pero ahora simplemente es ilegal. Según la ley, los contratos de préstamos deben utilizar un lenguaje claro. Además, deben informarte de la TAE del préstamo que, a su vez, debe incluir todas las comisiones y tarifas obligatorias y necesarias para la contratación del préstamo.

También están obligados informarte de la cantidad total que devolverás desglosándola en cantidad del préstamo y cantidad correspondiente a intereses.

5 El proceso de solicitud es muy complicado

Depende un poco de la cantidad que necesites, pero, en general, se puede decir que quedaron atrás los tiempos en que tenías que acudir a la mesa del gestor de tu banco con cara de no haber roto nunca un plato.

A día de hoy, la mayoría de entidades permiten gestionar todo por internet. En muchas de ellas, no tendrás que ir a la oficina de nadie a dar explicaciones y podrás enviar los documentos necesarios online.

6 Visto uno, vistos todos, no hay grandes diferencias

Los consumidores son extrañamente fieles a sus bancos. Si las condiciones lo justifican, perfecto, pero invertir algo de tiempo en comparar, puede hacer que te lleves grandes sorpresas.

Antes de decir que sí a ninguna oferta, es recomendable comprobar qué se ofrece en unas cuantas entidades parecidas. Puede que lo que parece una oferta, sea un servicio más bien caro. Las diferencias que se pueden encontrar son enormes.