Las asturianas son las que menos cobran por hora con respecto a los hombres

Las asturianas son las que menos cobran por hora con respecto a los hombres

Las mujeres del Principado también sufren la mayor brecha de género en España en cuanto a jubilación, 780 euros, casi el doble de su pensión, 865 euros

Las mujeres padecen mayoritariamente las jornadas parciales, el 24,3% de las ocupadas, mientras que los hombres asturianos son los segundos de España con más tiempos completos

 

Asturias presenta las mayores brechas de género de España tanto en salarios como en pensiones. “La asturiana cobra casi 4 euros menos por hora de media que un hombre, una diferencia que supone el doble de la brecha de género nacional”, denuncia Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO. Es uno de los principales datos con respecto al Principado que se extraen del informe “Situación de las mujeres durante su vida laboral y jubilación”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO, con datos nacionales y autonómicos.

 

“Esa brecha supone que se dé una contradicción en el salario por hora: los asturianos están un euro por encima de la media nacional, solo por detrás de las autonomías más ricas, mientras que las asturianas cobran menos que la media de las españolas”, continúa Estévez. “Esto se debe a que en Asturias se mantiene un índice alto de sueldos en sectores donde las mujeres siguen sin tener apenas presencia, como la industria del metal. Y, además, esos sueldos altos son más propios de generaciones maduras y no de quienes se incorporan ahora, cuando poco a poco van entrando mujeres en esos sectores. Es un cambio cultural que tiene que darse desde la formación, potenciando la libre elección, sin teledirigir hacia las tradicionalmente profesiones ‘feminizadas’ que están peor remuneradas”, pide la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.

 

El menor cobro por hora en el caso de las mujeres “supone una doble discriminación, ya que, además, siguen siendo las penalizadas por las jornadas parciales por motivos del rol de cuidadora. En Asturias, una de cada cuatro mujeres que trabaja tiene un contrato de jornada parcial. Sin embargo, los hombres tienen la segunda tasa de indefinidos más alta del país, una décima por debajo de Aragón. Las mujeres trabajan menos horas y, además, cobran menos por cada una, lo que revierte en salarios totales mucho más bajos”, lamenta Laura Estévez.

El resultado lógico de todo esto es “la diferencia abismal en las pensiones de jubilación, las relacionadas más directamente con la vida laboral. El Principado sufre la mayor brecha de género del país. Esta se da, sobre todo, por las jubilaciones de sectores muy bien pagados en su día, como la minería y la industria pesada, y todos ellos estaban cerrados a las mujeres. Es para alegrarse que Asturias cuente con la segunda pensión masculina más alta, porque ha permitido sostener a familias enteras y el consumo de muchas zonas; pero resulta obsceno que casi duplique a la femenina, 1.645 euros contra 865. Solo la diferencia, 780 euros, es mayor que la pensión de jubilación media de gallegas, murcianas y valencianas. La discriminación durante toda la vida laboral provoca mujeres pensionistas pobres”, evidencia la dirigente de USO.

 

Brechas en todas las variables y en todo el país

 

Mirando estadísticas a nivel nacional, hay otros factores que inciden en las brechas de género: “un total de 2 millones de mujeres padecen una jornada parcial, que es la hora peor retribuida, a 10,29 euros, frente a los 16,10 euros de la media que percibe un hombre a jornada completa. Así, no es difícil imaginarse las estadísticas de salarios, con un 63,86% de mujeres con lo que se considera una ‘ganancia baja’ (menos de 13.220 euros). El 70% de quienes cobran menos del SMI son mujeres; sin embargo, cuando nos vamos a los sueldos más altos, de ocho veces el SMI, tres de cada cuatro perceptores son hombres”, explica Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Con respecto a las pensiones, una última discriminación ha incidido en que las de las mujeres sean más bajas de media: “el alto índice de parcialidad. Por eso, hemos recibido con amplia satisfacción la inconstitucionalidad del cálculo de las pensiones para esas jornadas parciales, que discriminaban doblemente a la mujer: por cotizar menos horas y porque, además, esas horas computaban menos en la base reguladora de la pensión. Ese cambio es una demanda histórica de la USO, y ahora toca una ejecución inmediata de la sentencia y establecer un baremo justo sobre la retroactividad del cálculo”, apunta Dulce María Moreno.

 

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