David Álvarez retomó el sábado pasado el bastón de mando de Pravia después de que el PSOE obtuviese el 26 de mayo ocho de los trece concejales que componen esa corporación. Era la primera vez que optaba a la alcaldía praviana, aunque es alcalde desde diciembre de 2015. Un mandato, el anterior, en el que David Álvarez y su equipo consiguieron sanear casi por completo la economía municipal sin que ese esfuerzo repercutiese en la prestación de servicios o en la presión fiscal, lo que le da ya margen para desarrollar medidas reflejadas en el programa electoral socialista para el concejo, como las relacionadas con la creación de empresas.
-Era la primera vez que concurría a las elecciones en Pravia como cabeza de lista, si bien es alcalde desde diciembre de 2015. ¿Dónde están las claves de este resultado?
-Son dos, principalmente. Una es el equipo de trabajo que me acompañó durante estos años, en un día a día muy constante. Trabajamos bien y eso la gente lo ve. Llevábamos la mejor lista, un equipo excepcional. La segunda clave, yo creo, es la cercanía: los despachos del Ayuntamiento siempre están abiertos: recibimos a la gente sin cita previa, que es lo que los vecinos y vecinas demandan.
-Suele citar el pago de la deuda como uno de los retos de su gestión. ¿Es esa su prioridad para el mandato que ya ha comenzado?
-Más que una prioridad, lo que demostramos a lo largo de estos años y así lo dijimos en campaña, es que logramos reducir la deuda municipal en un 80%, una satisfacción. Es una satisfacción porque conseguimos esa disminución conforme a tres pilares que no queríamos sacrificar, y no los sacrificamos: no renunciamos a ningún servicio público; no reducimos en ningún momento la inversión pública, la mantuvimos al cien por cien, y no subimos ninguna tasa ni impuesto municipal, los congelamos. Ahora ya tenemos más margen para desarrollar nuestro proyecto político, para aplicar nuestras políticas con mayor holgura. El Ayuntamiento de Pravia está prácticamente saneado.
-Cita la palabra empleo frecuentemente en su discurso. Ligado a ella aparece su referencia al porvenir de La Azucarera como vivero empresarial. ¿Qué planes tiene para esta infraestructura?
-Pravia ha obtenido un crecimiento en sectores que antes no se veían como sectores potenciales para crear empleo, como el agrícola, algo en lo que ha tenido mucho que ver la obtención de fondos europeos. Ahora las actuaciones pasan por promover la creación de empresas de servicios, tecnológicas, animar a emprendedores. Y para eso tenemos este equipamiento, La Azucarera, que desarrollaremos por fases, sin hipotecar al Ayuntamiento. Será un proyecto realista, que se pueda llevar a cabo.
-¿Cómo se pueden beneficiar los ciudadanos y las ciudadanas de Pravia de que existan gobiernos del mismo signo, de signo socialista, en España -ya con una legislatura completa-, en Asturias y en el municipio que usted gobierna?
-Es importante porque son gobiernos socialistas; es decir, gobiernos que se preocupan por la gente. Más que la coincidencia de siglas, lo importante para el municipio es que los tres son gobiernos socialistas. Siempre es positivo estar en sintonía con las otras administraciones, pero, más allá de la lealtad institucional, que siempre se ha de guardar, es verdad que la relación fluye si somos los tres socialistas. Y cuando eso ocurre, los objetivos se consiguen más rápido y con una mayor eficacia. Nosotros sufrimos con la falta de lealtad que se dio durante el Gobierno de Cascos con La Azucarera, precisamente, y lo pagaron los vecinos.
-Atesora casi tres años y medio de experiencia al frente del Ayuntamiento. Está ya en condiciones de citar las principales cualidades que deben acompañar a un buen alcalde. ¿Cuáles son?
-El hecho de decidir presentarse como cabeza de una lista, querer asumir el reto de gestionar un municipio, ya es muy importante. Si sentamos en una mesa a cuatro o cinco alcaldes de distinto signo, seguro que hablan, al margen de matices, de una problemática similar. Yo creo que una de las principales características que han de acompañar a un buen alcalde es la humildad, porque siempre hemos de estar del lado de los vecinos. Para eso hay que ser muy modestos. Otra cualidad es la cercanía: siempre hay que tener la capacidad de empatizar, saber que cada vecino o vecina que viene con un problema es porque, para ellos, esa cuestión es importante porque si no no vendrían al Ayuntamiento. Yo añadiría otra cualidad: la constancia: no hay varita mágica: hay que gestionar cada día con mucha dedicación y trabajo. Esas son las cualidades de un buen alcalde.