Recientemente han llegado tres ejemplares de Lobo Americano (Canis lupus occidentalis).

Dos hembras hermanas del típico color del lobo, gris y marrón, con 4 años de edad y un peso de 35 kg y un macho blanco de 7 años de edad y de unos 60kg. Estos ejemplares proceden de Alemania, "ha sido su dueño quien nos ha contactado y él mismo quien ha viajado desde esas latitudes hasta Oviedo, se nota que los animales formaban parte de su familia además del cariño demostrado estos días que ha pasado en nuestras instalaciones hasta que los animales estuvieran más tranquilos", explica el conservador del zoologico, Gonzalo Rubio.

 Estos lobos vivían en una manada de 11 individuos, los cuales son dedicados a reportajes y documentales, ya que su anterior propietario se dedica profesionalmente a ello, fueron nacidos en cautividad y criados a mano por su dueño, al igual que el resto de la manada, pero los lobos al igual que en estado salvaje deciden quien se integra en la manada y quién no. Los tres ejemplares que hemos recibido fueron expulsados de la manada de los otros 8 lobos y fue imposible introducirlos, al tenerlos separados en una instalación relativamente pequeña, su dueño decidió buscarles un nuevo hogar y en Alemania le resultaba muy difícil incluso en parques zoológicos, no todo centro autorizado está dispuesto a tener lobos, muchas veces porque ya los tienen e introducir más es inviable, otras veces porque no tienen instalación para ellos, etc.

"Fue un amigo suyo español quien le habló de nosotros y a partir de entonces hemos acondicionado una instalación para ellos, donde anteriormente vivían unos pequeños ciervos asiáticos que fueron trasladados a otra instalación mixta con otras especies afines dentro del zoo. Esta instalación que les hemos proporcionado es mayor que en la que actualmente vivían. Estos ejemplares están acostumbrados al público y a los rodajes televisivos, no obstante no dejan de ser animales salvajes en una instalación nueva con ruidos y olores diferentes y lo más importante con cambio de dueños, por tanto y aunque su evolución es favorable necesitarán algún tiempo para adaptarse. Podemos entrar a la instalación con ellos pero con cautela ya que lo que necesitan en estos momentos es precisamente establecer un vínculo con sus nuevos cuidadores para que el cambio sea más dulce. Recordamos que aunque los lobos son afines a los perros, no dejan de ser lobos con genética pura de animales salvajes", señala.