Los hermanos asturianos Federico y Arturo Alonso certificaron el sábado pasado, en aguas de Marsella, la Medalla de Oro en la clase 49er. Al finalizar segundos en la Medal Race en la penúltima jornada de la Final de la Copa del Mundo 2019.
Los Alonso, pertenecientes al Real Club Astur de Regatas, ya tenían asegurada la medalla de oro antes de empezar la Medal Race, y es que su ventaja sobre el segundo clasificado era de 27 puntos.
Sin duda, un gran éxito para los asturianos que se suma a otros como la Medalla de Bronce obtenida en el Mundial de Argentina en 2015 o haber sido Subcampeones de Europa en 2008 y vencedores absolutos de la Copa del Mundo ISAF en 2009.
Ambos se encuentran felices con este logro, sobre todo teniendo en cuenta el mal comienzo de año que tuvieron debido, según cuenta Federico, “a un choque con otra embarcación en Miami, durante la primera prueba del circuito internacional de vela de 2019, que nos llevó a tener que parar durante un mes y medio de navegar y también dejar la preparación física para recuperarnos con el fisioterapeuta, algo que nos hizo retrasar la temporada”.
Tras retomar la rutina de entrenamientos y las competiciones, decidieron hacer unos cambios en el barco de cara a la final de la Copa del Mundo, a la que, según cuentan, llegaron “muy fuertes”. Eso les permitió hacerse con la Medalla de Oro de 49er, seguramente la más espectacular clase de vela ligera olímpica, en una regata durante la cual tuvieron condiciones meteorológicas de todo tipo, en cuanto a viento y mar, lo que demuestra su alto nivel y que son capaces de rendir en cualquier situación.
Estos regatistas asturianos son la prueba de que con trabajo y esfuerzo, los sueños se cumplen. Pero no se confían en absoluto y continúan entrenando con la misma ilusión y humildad de siempre, y con la vista ya puesta en el siguiente objetivo: conseguir en diciembre, en Nueva Zelanda, una plaza para España para los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Tokyo en 2020.
Los hermanos quisieron, una vez más, mostrar su inmenso agradecimiento al apoyo incondicional que a lo largo de 10 años le continúa brindando El Gaitero, la emblemática empresa familiar con la comparten valores como sacrificio, trabajo y esfuerzo.