Con la culminación de las obras para derruir las antiguas viviendas sociales existentes junto al tanatorio, el Ayuntamiento de Llanes pone punto y final a una anómala situación creada una zona en la entrada de la villa donde se había ido formando un foco de insalubridad y degradación que iba a peor año tras año, con todo lo que ello suponía. 

El derribo de las casas permitirá la recuperación para uso de los vecinos de un espacio que es, además, un lugar muy sensible por estar muy próximo al tanatorio.

El pasado 15 de marzo el Ayuntamiento de Llanes completaba el desalojo de las viviendas y desde la Oficina de Urbanismo se concedía a VIPASA (organismo público que gestiona el parque de viviendas públicas del Principado de Asturias) la licencia que permitía la ejecución del derribo.

Mientras VIPASA adjudicaba los trabajos para demoler los inmuebles, desde el Consistorio llanisco se ordenó tapiar todos los huecos para impedir el acceso a cualquier persona.

Solventada la adjudicación, se pusieron en marcha los trabajos, que ahora acaban de darse por finalizados. Con ello se abre ya la posibilidad de hacer realidad el proyecto municipal para restaurar y rehabilitar este espacio de propiedad municipal.

Los problemas con estas vivienda sociales se remontan a varios año atrás, tal y como se recoge en un informe técnico municipal en el que se pudo constatar que el origen de todos los males tenía su punto de partida en un deficiente diseño del saneamiento, que provocaba numerosas humedades en las casas.

A ello se unió la dejadez de los vecinos en el cuidado tanto de sus viviendas como del entorno de las mismas, que acabaron por convertir el barrio en un espacio muy degradado que urgía una intervención drástica por parte del Ayuntamiento para acabar con esta situación irregular en la entrada de la villa.